En plena naturaleza, rodeada de árboles frutales, esta finca de 450 m2 en dos plantas combina a la perfección tradición y modernidad. Un camino de grava flanqueado por viñedos y palmeras conduce a una entrada decorada con el encanto de un parque. La finca se construyó hace dos décadas con materiales de calidad y presume de un encanto atemporal con gruesos muros de piedra.
En la segunda planta, una puerta de marfil conduce a un patio que revela una amplia zona de estar y comedor. Unas puertas de madera conducen al jardín y a la piscina. A la derecha hay una zona de comedor y cocina con chimenea que conduce a una terraza. Dos dormitorios con baños en-suite completan este nivel.
Arriba hay un dormitorio con baño privado y un dormitorio principal con baño y vestidor, cada uno con su propia terraza y vistas panorámicas.
El sótano ofrece una bodega y espacio de almacenamiento. La propiedad dispone de calefacción por suelo radiante, aire acondicionado, tres chimeneas, un garaje para cuatro coches, una cochera y una casa de invitados totalmente equipada. Los viñedos dan un toque personal a la casa.