Sumérjase en la esencia de la Mallorca más auténtica con esta finca extraordinaria, un tesoro de la historia y el encanto rural mallorquín. Ubicada en un vasto terreno de aproximadamente 34.933 m, esta propiedad es una verdadera joya para aquellos que valoran la tradición y el carácter inigualable de la isla. Desde el primer momento, la finca cautiva con su atmósfera genuina, evocando tiempos pasados en los que la vida era un reflejo de la naturaleza y la autenticidad.
La casa principal, con unos 200 m distribuidos en dos plantas, fue originalmente construida en 1890. Aunque requiere una renovación, esta estructura imponente ofrece una oportunidad única para preservar y revitalizar la arquitectura original de Mallorca. Las paredes exteriores, aún intactas, son testimonio de la durabilidad y el estilo atemporal que caracteriza a esta propiedad. Los amplios espacios interiores invitan a imaginar una restauración que combine a la perfección el encanto señorial de antaño con las comodidades de una construcción moderna y de alta calidad, creando así un hogar que no solo conserva su herencia, sino que también ofrece un confort contemporáneo.
Frente a la casa principal, un edificio adicional, erigido en 1956, agrega valor y versatilidad a la propiedad. Este espacio rústico alberga un baño, un antiguo horno de ladrillo y un trastero, lo que añade un toque auténtico a la vida en la finca. Además, el gran establo de aproximadamente 160 m y el granero adyacente proporcionan espacio más que suficiente para diversas actividades agrícolas o incluso para transformarlos en áreas de recreo o alojamiento adicional.
Un edificio auxiliar, ideal para almacenamiento o garaje, actualmente alberga el tractor, lo que subraya el carácter funcional de esta finca. No podemos olvidar el pozo tradicional con su pequeña torre, un elemento que no solo es decorativo, sino también funcional para el riego de los extensos terrenos. La finca está adornada con árboles frutales, almendros, higueras y algarrobos, que dotan a la propiedad de un carácter agrícola único, creando un entorno idílico y fértil.
Además, la posibilidad de construir una piscina agrega un atractivo adicional, permitiendo disfrutar del cálido sol mallorquín mientras se contempla el paisaje natural que rodea esta finca singular.
Esta propiedad no es solo una inversión en un pedazo de la historia de Mallorca, sino también una oportunidad para crear un hogar único que honre el pasado mientras mira hacia el futuro. Perfecta para quienes desean un retiro privado lleno de carácter o un proyecto para restaurar y personalizar, esta finca es una invitación a vivir la Mallorca original, en su forma más auténtica y encantadora.
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