Imagina una acogedora casa de pueblo en Alberic, donde cada rincón cuenta una historia y evoca emociones cálidas. Al entrar, el ambiente se llena de la calidez de un hogar vivido. En la planta baja, el salón comedor, con su chimenea, invita a momentos de risas y conversaciones al calor del fuego, creando un refugio perfecto para el invierno. La amplia cocina con barra es el corazón de la casa, un lugar donde los aromas de la comida casera se entrelazan con risas familiares. El baño completo, con su bañera y plato de ducha, ofrece un espacio de relajación. El patio interior, un rincón íntimo, es perfecto para disfrutar de un café por la mañana o para leer un buen libro rodeado de un ambiente sereno. Subiendo a la segunda planta, se encuentran tres dormitorios, cada uno con su propio carácter. Uno de ellos, con balcón, regala vistas a la calle que llenan de luz y aire fresco la estancia. Otro dormitorio, con acceso a una terraza, es un oasis al aire libre donde relajarse y montarte tu propio chill out. La guardilla, con su encanto especial, puede convertirse en un espacio multifuncional, un lugar para el arte, el juego, el almacenaje o el descanso. En conjunto, esta casa es un hogar lleno de posibilidades.