En el término de Galaroza se encuentra esta preciosa finca rodeada de castaños y alcornoques y con una de las huertas más bonitas que podrá encontrar en la zona.
En el corazón del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se accede a esta finca a través de un camino vecinal cómodo y de unos 500 metros. Con la luz eléctrica en la puerta, un manantial y un arroyo que discurre por la finca con agua permanente, además del agua que va al pueblo de Galaroza a través de unas tuberías enterradas que pasan por la finca desde un manantial natural más arriba.
La finca cuenta con dos grandes ruinas, lo que le facilitará la rehabilitación de ellas, muy bien ubicadas, mirando hacia la huerta.
Un auténtico paraíso con una belleza paisajística inigualable y unas posibilidades que hacen a esta finca una oportunidad única para disfrutar de una finca de recreo en un enclave especial.