Construida en su momento por Cominges y utilizando como elemento base granito autóctono, esta casa de doscientos sesenta metros cuadrados es una de los primeros edificios que nos reciben al comienzo de la calle Ramón Nieto, una vez abandonada la peatonal del Calvario. Su fachada de nueve metros, acogió en su momento un bajo comercial. Hoy en día se presenta como una nueva coyuntura fresca y sugestiva para esbozar, proyectar, otro concepto de habitabilidad más urbanita, con una mayor funcionalidad. Favorecida por la holgura de espacio que le otorga la parcela edificable adyacente, se torna más plausible la evolución hacia un diseño de vivienda más cosmopolita y rentable.