Oportunidad. Excepcional chalet independiente para quienes saben valorar arquitectura, calidades, espacios y naturaleza.
Esta vivienda tiene paredes perimetrales en piedra maciza, no revestimiento, que hace de esta casa una construcción sin igual, que además de ser un aislamiento natural, le da un aspecto señorial y atemporal, con firmeza, tradición y longevidad. Esta construcción de aspecto firme y robusto, está acompañada de detalles, muy destacables, con grandes columnas y vigas de hierro, con remaches y detalles de forja que completan su aspecto, dándole una presencia de grandeza y elegancia sólida y resistente a la vez que generan amplitud a espacios adjuntos a la casa, manteniendo armonía, como las terrazas interiores acristaladas que soportan, o su pasarela, que permite ver los espacios desde arriba y que dan esa sensación de espacio por su doble altura. Puedes sentirte en un jardín botánico sin salir de tu casa. Esta particular casa, tiene un estanque con depuradora biológica, que le aporta serenidad y belleza natural acompañado al jardín que lo rodea.
Hagamos la entrada a la casa desde la calle. Lo primero que vemos desde la calle es un muro de piedra con una barrera vegetal de altos cipreses, plantas florales y gran variedad de vegetación que nos bloquea la vista al interior pero que despliega frondosidad y naturaleza. En cuanto se abre la puerta de hierro con remaches para entrar con el coche, aparece una amplia rampa con sutiles curvas y ligera inclinación en subida, presentando al frente y a los lados grandes árboles, arbustos y plantas bien cuidadas, que nos dan la agradable sensación de estar adentrándonos en un gran jardín cuidado escrupulosamente. Dejando el coche en el parking, podríamos entonces entrar a la casa por una de las terrazas laterales o acceder por la puerta principal. Optemos por la segunda opción. Subiremos unas escaleras de piedra que ya nos van insinuando la majestuosidad que nos vamos a encontrar al terminar de subir. A medio camino, un lado, tendremos una explanada de césped, que va a la piscina, grande y profunda, rodeada de altos árboles, plantas bajas tropicales y árboles frutales variados. A la izquierda nos sorprende un estanque de forma irregular, con flores flotando, el ruido del agua nos relaja, y toda la frondosa vegetación que le rodea nos recibe como un pequeño bosque privado al que podríamos entrar por su camino de suaves curvas hasta llegar a su orilla. Seguimos caminando, y una vez arriba, llegamos a una gran terraza, que más parece una gran sala de fiestas exterior para decenas de personas, que la terraza de tu futuro hogar. Desde ahí podemos ver la piscina, sus alrededores y una primera y amplia vista a esta zona de la parcela, para darnos cuenta que solo se ve vegetación alrededor, como si estuviéramos en un oasis privado y totalmente discreto y aislado del resto del mundo. Desde aquí podemos también otear el horizonte y ver desde arriba nuestro particular estanque. Está de más decir, que con tanta y tan variada vegetación, el sonido de las pequeñas aves se hace oír, como si nos dieran la bienvenida. Enfrentando la puerta de entrada, tenemos unos grandes arcos acristalados que protegen una amplia terraza de invierno a la que se accede desde el salón de la casa, y que nos permite disfrutar de las vistas de la terraza como si estuviéramos afuera.
Ya hemos entrado a la casa, y estamos en un hall distribuidor con suelo rústico de barro cocido terracota de primerísima calidad, y que está puesto en casi toda la casa. Las paredes en relieve, pintadas en blanco con estilo de revoque rústico bolseado, le dan ese toque de arquitectura de diseño particular tan especial, que contrastan con el color brillante satinado del suelo.