Construido e inaugurado en el año 2015, este hotel rural ha deleitado a cientos de huéspedes con sus paisajes espectaculares, su ambiente familiar y acogedor, sus habitaciones espaciosas y cómodas, su cocina rica y sana y su piscina de 18 metros, todo ello ubicado en la Sierra de Gata, una comarca casi virgen a sólo 3 horas y media desde Madrid y a tiro de piedra del país vecino de Portugal. Los edificios residenciales se distribuyen entre el edificio principal que alberga un salón-comedor grande con estufa de leña y mucha luz natural, cocina y tres dormitorios de matrimonio, cada una con su cuarto de baño; y dos bungalows, cada uno con dos dormitorios independientes. En total hay 7 dormitorios dobles pero con las camas supletorias se pueden alojar hasta 20 personas. La zona de la piscina ofrece mucho espacio para tomar el sol extremeño y refrescarse en los meses cálidos del verano. Las instalaciones están ubicadas en una finca preciosa de ocho hectáreas con innumerables rincones mágicos llenos de cantos de granito enormes, muros de piedra, robles, olivos y antiguas construcciones típicas de esta comarca. Al final de la finca, donde se encuentran las vistas más impresionantes, existe una casa vieja que se podría rehabilitar para incorporarla en el proyecto turístico o como vivienda independiente. Aunque que el conjunto funciona actualmente como hotel rural, se vende como lienzo en blanco donde el comprador afortunado podrá llevar a cabo su propio proyecto en este lugar idílico, lejos del ruido mundano. Os invito a disfrutar del vídeo anexo.