A 10 minutos en coche del bonito y hospitalario pueblo serragatino de Acebo y 10 minutos andando de la Rivera de Acebo con sus pozos de agua cristalina para refrescarse en os meses cálidos del verano. Con buen acceso por carretera y camino de tierra, totalmente vallada, con un aljibe para captar y guardar el agua que mana en la propia finca, y con unas vistas espectaculares, es un lugar ideal para desconectarse de la estrés de la vida cotidiana y volver a contactar con la tierra. El suelo fértil y la abundancia de agua te permitirán cultivar una gran variedad de hortalizas y frutales. ¡Ojo! La finca se encuentra en una denominada zona de sierra y por tanto no es apta para uso residencial.