Chalet Santanyí, Santanyí

Una Casa con Infinitas Posibilidades en Santanyí

Esta casa situada en el encantador pueblo de Santanyí es una verdadera joya con un potencial sin límites. Construida en 1940 y parcialmente renovada en 1990, esta propiedad de 2 pisos ofrece un oasis de tranquilidad con un gran jardín y diversas dependencias que abren paso a infinitas posibilidades de disfrute y entretenimiento.

En la planta baja, antes garaje y ahora convertido en una acogedora sala de estar con acceso directo al jardín, se encuentra el corazón de la vivienda. El jardín, orientado hacia el sur, es un remanso de paz donde se puede disfrutar de una chimenea al aire libre, una cocina completa con despensa y trastero, un baño, una encantadora casita de invitados y un porche tendedero, ideal para disfrutar de los días soleados y las noches estrelladas. La presencia de una gran cisterna añade un valor práctico y característico a la propiedad. En la planta baja del edificio principal encontramos dos dormitorios dobles, una amplia entrada, un comedor, sala de estar, cocina con despensa y un baño completo.

En el primer piso, un balcón en la terraza con vistas a la sierra de Tramuntana ofrece un escenario impresionante para disfrutar del entorno natural. En el interior, se encuentran un amplio dormitorio doble, un baño, una sala de estar de generosas dimensiones, un estudio y un distribuidor que maximizan el espacio y la comodidad. Desde la parte trasera de la casa se puede apreciar una hermosa vista al jardín orientado al sur, mientras que desde la sala se accede a dos amplias terrazas bañadas por el sol.

Santanyí, un pueblo lleno de encanto y carácter en el sureste de Mallorca, es conocido por su ambiente tranquilo y su rica tradición cultural. Sus calles empedradas, sus edificaciones históricas y su ambiente bohemio lo convierten en un lugar fascinante para explorar y descubrir. Rodeado de paisajes impresionantes, Santanyí ofrece la combinación perfecta de mar y montaña, con playas de aguas cristalinas y la imponente sierra de Tramuntana como telón de fondo.

Los alrededores de Santanyí son un regalo para los sentidos, con campos de almendros en flor, calas escondidas de aguas turquesas y la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Además, su oferta gastronómica y cultural, con mercados locales y festividades tradicionales, invitan a sum.