A penas a cuatro minutos paseando de Vialia, se encuentra la entrada de este domicilio, hoy anónimo,expectante, que perfila sus espacios generosamente amplios componiendo un hábitat dónde fundamentar una cómoda vida urbana. Esta vivienda engastada a Vía Norte, tiene la luminosidad precisa para generar la atmósfera idónea de un hogar acogedor, entrañable. Su capacidad estructural permitirá rediseñar, concebir nuevos espacios a quién lo adquiera. La terraza de su habitación principal otorga un halo de íntimo romanticismo a la estancia, al brindarle la perspectiva de un horizonte de tejados lejanos, de pedacito de cielo propio... Existe un cierto aire a bohemia que se infiltra, que penetra en el ambiente de este piso, quizá el barrio donde habita nutra también esta sensación. Céntrico, con la visceralidad propia de calles orgánicas, en constante evolución y con la senda verde más hermosa de la ciudad al lado, este futuro hogar posee una amplia solvencia para concebir un día a día en armonía para quién la elija.