La residencia de campo existente cuenta con elegantes proporciones y una ubicación estratégicamente ventajosa. El proyecto de desarrollo en curso expande la estructura original con una adición orgánica que se integra a la perfección con el entorno natural, mejorando la armonía arquitectónica general. El uso de acabados tradicionales de la isla, que incluyen paredes enlucidas de blanco, piedra, arena, carpintería de madera, pisos y paredes de concreto pulido, complementadas con pérgolas de celosía adornadas con enredaderas, eleva el atractivo estético de la propiedad. Cabe destacar que CAN LOUIS está dotado de una licencia turística, lo que aumenta su valor. La casa cuenta con 3 dormitorios, 1 habitación annexa independiente con baño, que abarcan una generosa superficie bruta de 267 m² y una amplia superficie de terreno de 9.030 m², todo ello en una sola planta. Estos detalles meticulosos contribuyen al encanto de la propiedad, asegurando un entorno de vida espacioso y bien equipado.
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