Imagínate tener un lienzo en blanco en pleno corazón de Mollet, en la codiciada Plaza Vuit de Març. Aquí no tienes un local, tienes la posibilidad de crear el negocio del que hablas cada domingo en las sobremesas.
Son 110 metros cuadrados construidos esperando que les des vida. Y no cualquier vida, no... Aquí puedes montar desde la cafetería con más rollo de la zona hasta ese despacho donde los clientes se sientan VIP nada más cruzar la puerta.
El local está en bruto, sí, pero eso es lo que lo hace irresistible. Nadie antes ha dejado su huella. Todo por hacer, todo por soñar, todo por facturar.
La plaza tiene movimiento, tiene vidilla y tiene ese aire de barrio donde la gente no pasa de largo. Aquí se para, compra, charla y vuelve.
Así que deja de mirar escaparates ajenos y móntate el tuyo. El sitio lo tienes. Las ganas, me juego lo que quieras, también.