Responsable de comunicación en Indomio España
A la hora de diseñar o renovar un cuarto de baño, elegir el lavabo adecuado es crucial para combinar estética y funcionalidad. Los tamaños estándar del lavabo del baño varían en función del espacio disponible, el tipo de uso y el diseño general del cuarto de baño, con una gama de opciones que se adaptan tanto a los grandes cuartos de baño principales como a los pequeños cuartos de baño de servicio.
Los lavabos de baño estándar suelen tener una profundidad de unos 55 cm, ideal para la mayoría de las necesidades cotidianas, como lavarse las manos y la cara. Sin embargo, para baños más pequeños, como los de invitados o en viviendas con espacio limitado, existen lavabos más compactos con una profundidad de unos 45 cm. Estos modelos suelen ser la mejor opción cuando el espacio es limitado.
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Para habitaciones especialmente estrechas, los minilavababos con una profundidad de 20 a 25 cm ofrecen una solución que ahorra espacio. Estos lavabos compactos están especialmente diseñados para aprovechar al máximo el espacio sin renunciar a la funcionalidad.
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Para los cuartos de baño con una superficie especialmente limitada, existen soluciones específicas, como los lavabos de esquina o los modelos con desagüe que ahorran espacio. Estos lavabos, a menudo combinados con muebles compactos, permiten optimizar cada centímetro disponible, conservando al mismo tiempo una funcionalidad adecuada.
La forma del lavabo desempeña un papel fundamental en la optimización del espacio. Un lavabo asimétrico con la grifería colocada a un lado puede proporcionar una mayor superficie, haciendo más práctico el uso diario incluso en espacios reducidos.
Otra solución inteligente para ahorrar espacio es la instalación de grifos murales, que liberan espacio en el propio lavabo y reducen el riesgo de salpicaduras de agua. Muchos fabricantes ofrecen grifos más cortos diseñados específicamente para lavabos poco profundos, ideales para cuartos de baño pequeños.