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Como un nido, pero de color verde, yace en el fondo del agua de los tarros de cristal de muchos hogares japoneses. Se llama «marimo» y es una planta acuática verde en forma de bola, conocida científicamente como «Aegagropila linnaei», una silenciosa compañera en el hogar que, sin embargo, crece lentamente y puede vivir hasta 200 años en su hábitat natural.
El origen y la función ornamental de esta singular especie botánica están ligados a una de las leyendas más fascinantes y románticas de Japón. Desde las orillas del lago Akan, el marimo está conquistando hogares y oficinas de todo el mundo. Descubramos qué es, cómo cuidarlo y qué simbolismo esconde.
El marimo (nombre científico «Aegagropila linnaei») es una rara forma de alga verde que crece en forma esférica gracias al movimiento constante de las olas en los lagos donde vive y prospera de forma natural. Este movimiento de rotación permite al alga mantener su forma redondeada, como un guijarro o una pelota. Además, se comporta más como una planta de acuario, por lo que necesita pocos cuidados para prosperar. Todas estas características la convierten en una de las plantas de interior más populares y queridas del mundo.
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El marimo es originario de lagos de agua dulce situados principalmente en Islandia y Japón, donde es un tesoro nacional, y encuentra su hábitat en el lago Akan, en la isla de Hokkaidō. Es suave al tacto y tiene una textura aterciopelada. Crece muy lentamente (apenas 5 milímetros al año), y puede alcanzar un tamaño considerable si se cultiva en condiciones óptimas, llegando a vivir hasta dos siglos. Pero esta no es la única peculiaridad que la convierte en una de las plantas acuáticas más populares y adecuadas para el cuidado en casa.
El marimo es un verdadero tesoro natural. En Japón se considera un amuleto de la suerte que se puede regalar o guardar en casa, está protegido por las leyes medioambientales y es símbolo de longevidad, amor eterno y prosperidad, gracias también a una extraordinaria leyenda vinculada a dos jóvenes amantes que huyeron al lago Akan para vivir libremente su amor obstaculizado por sus padres. El marimo representa metafóricamente sus dos corazones transformados en esferas verdes.
Más allá de la leyenda, su lento crecimiento y su forma perfecta la convierten en un elemento decorativo único y en una compañera doméstica fácil de cuidar en tarros de cristal.
Este organismo se ha ganado el corazón de muchos aficionados a las plantas acuáticas por su forma inusual y sus escasos cuidados, ideales para quienes no tienen mano para las plantas. He aquí una guía paso a paso para garantizar la salud y longevidad de esta alga:
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Los marimo también pueden vivir mucho tiempo en casa si se adoptan los siguientes consejos prácticos: