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Altea es uno de los municipios más bonitos y especiales de la costa alicantina, tanto por sus playas como por su casco antiguo, que destaca por el blanco de sus casas, el empedrado de las calles o las vistas al mar desde las plazas y miradores. Veamos a continuación algunos de esos lugares que ver en Altea, que la convierten en un lugar tan especial y turístico.
Si hay una calle icónica en Altea esa es la calle de San Miguel. Una de las calles más céntricas del pueblo, que alberga tiendas y arte a su paso. Y, al mismo tiempo, la que recoge una de las vistas que más lo identifican: las cúpulas azuladas de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Este será, sin duda, el siguiente punto en nuestra ruta.
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Esta es una de las Iglesias más bonitas de todo Alicante y un lugar que ver en Altea imprescindible. Lo más especial, que la diferencia de lejos, son los azulejos azules y los detalles blancos de sus cúpulas que sobresalen y, al estar en una zona bastante elevada, se ven desde muchos puntos del municipio. Además, la Iglesia es de estilo neobarroco, construida en el año 1900 y la entrada es gratuita.
Esta iglesia se encuentra, claro, en la Plaza de la Iglesia, donde encontrarás numerosos lugares para comer o tomar algo. También localizarás, a un lado de la plaza, una baranda con vistas al mar: el mirador de los Cronistas.
Sin duda, una de las cosas que ver en Altea (y disfrutar) son sus playas junto al mar mediterráneo. Para ello puedes recorrer el Paseo del Mediterráneo, que te llevará tanto a la playa de la Roda como a la de l’Espigó. Un paseo de dos kilómetros para disfrutar caminando, acercarse a la orilla, tomar el sol o darse un chapuzón.
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Cuando pensamos en qué visitar en Altea no podemos olvidarnos de los miradores. Además del de los Cronistas que comentábamos anteriormente, el de la Glorieta del Maño tiene unas bonitas vistas al mar y desde este se ve el entrante de Calpe, el peñón de Ifach, creando una bonita postal.
En Altea hay dos entradas a la antigua zona amurallada y son el Portal Vell y el Portal Nou (que significan el portal viejo y el nuevo). Éstos dan acceso a la zona más antigua y bonita y, en concreto, el Portal Vell nos da paso a la calle Mayor de Alea. Una calle en la que encontrarás restaurantes, heladerías y bonitos rincones para tomar fotografías. En este sentido (el fotográfico), te recomendamos también la Costera Mestre de a Música, con sus escalones y buganvillas.