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Responsable de comunicación en Indomio España
La begonia, sobre todo la variedad Rex, es una de las plantas de interior más populares, gracias a sus fascinantes hojas de colores y a sus peculiares formas.
Originaria de la India, esta planta perenne suele cultivarse como anual en climas templados, y en el hogar puede aportar un toque de naturaleza exótica y refinada. Sin embargo, elegir el lugar idóneo para colocarla en casa es esencial para garantizar su salud y belleza.
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A la begonia le encanta la luz, pero debe colocarse lejos de la luz solar directa. Para ello, lo ideal es colocarla cerca de una ventana bien iluminada, pero protegida por cortinas que filtren la luz.
De hecho, una exposición excesiva a la luz solar puede quemar las delicadas hojas, perjudicando su aspecto y crecimiento. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste suele ser la mejor opción, ya que proporciona suficiente luz natural pero evita el sol directo durante las horas más calurosas del día.
Otro aspecto crucial para saber dónde colocar la begonia en casa es la temperatura ambiente. Esta planta prospera con temperaturas suaves de entre 18 y 25 °C.
Es importante evitar las zonas de la casa sometidas a fluctuaciones de temperatura o corrientes de aire, como las cercanas a puertas exteriores o ventanas abiertas. Durante el invierno, hay que procurar no exponer la planta a temperaturas inferiores a 5-6°C, ya que la begonia puede sufrir mucho.
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La begonia prefiere las habitaciones con un buen nivel de humedad, pero no le gusta el agua estancada. Colocarla en habitaciones como el cuarto de baño o la cocina, donde la humedad es mayor, puede ser una buena opción.
Como alternativa, puedes aumentar la humedad alrededor de la planta rociando agua nebulizada sobre las hojas o colocando la maceta sobre un platillo con guijarros y agua, evitando que el fondo de la maceta entre en contacto directo con el agua. En cuanto al riego, es importante no excederse: la begonia no tolera el agua estancada.
Regarla moderadamente, esperando a que la tierra se seque entre un riego y el siguiente, evitará que se formen manchas marrones en las hojas, signo típico del exceso de riego.
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En cuanto a la tierra, lo mejor es optar por un sustrato ligero y bien drenado. Una tierra para macetas de calidad general está bien, pero puedes enriquecerla con turba o perlita para mejorar el drenaje.
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