Responsable de comunicación en Indomio España
Si quieres reformar tu cocina pero sin entrar en una pesada obra, existen opciones sencillas y más económicas que pueden ayudarte. Desde cambiar el color de la encimera a renovar unos muebles de aspecto antiguo, todo puede hacerse con los materiales y el proceso adecuado. Incluso podrás hacerlo tú mismo, si tienes un poco de mano con el bricolaje.
A continuación te dejamos algunas ideas para revalorizar la cocina sin obras:
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Con el tiempo, los tiradores de los muebles de la cocina pueden desgastarse o simplemente quedar anticuados y a veces basta con cambiarlos para dar un aspecto totalmente distinto a la cocina. Por ejemplo, una cocina blanca con tiradores blancos sencillos puede convertirse en una cocina moderna añadiendo unos tiradores de rafia o unos de color vivo. Este pequeño detalle puede definir totalmente el estilo y revalorizar la cocina.
Si no te gusta tu encimera, está dañada o te has cansado de ella, puedes utilizar un sencillo vinilo y sentirás que estrenas cocina. Un vinilo de efecto mármol dará un toque muy elegante pero también puedes optar por el efecto madera, la piedra o diferentes colores.
El vinilo es tu mejor aliado para revalorizar la cocina y volvemos a encontrarlo si hablamos de las paredes. Con los paneles vinílicos de efecto azulejo podrás cubrir toda la pared o parte de ella. Elige el diseño que mejor combine con el resto de la cocina y colócalos de manera sencilla: solo tendrás que limpiar bien la pared y pegarlos con un poco de paciencia.
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Asegúrate de elegir unos paneles especiales para cocinas, que sean ignífugos y resistan la humedad y el calor.
Añadir, por ejemplo, un grifo negro, extensible y con regulación de presión y un seno a juego puede revalorizar la cocina. El negro es elegante, pero también puedes elegir opciones en metálico o incluso atreverte con el dorado.
Si cambiar los tiradores no es suficiente para mejorar el aspecto de los muebles, también puedes lijarlos y pintarlos del color que prefieras. Para ello, puedes desmontar las puertas para trabajar mejor y después volver a colocarlas. Así, podrás aprovechar para apretar las bisagras o arreglar posibles desperfectos. De nuevo, elige una pintura apta para el tipo de superficie que vas a pintar y resistente al calor y la humedad de la cocina.
Para terminar con la decoración, el suelo también puede cambiarse sin necesidad de llamar al albañil. Puedes encontrar rollos de suelo vinílico en cualquier tienda como Leroy Merín. Tendrás que cortarlo a la medida de la estancia y, dependiendo de las indicaciones, pegarlo o fijarlo con silicona en los bordes. Si no te atreves a hacerlo por ti mismo, siempre puedes pedir ayuda a algún conocido o a un profesional.
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