Responsable de comunicación en Indomio España
Donar una casa en vida puede ser una acción valorable para aquellos padres que desean ofrecer una vivienda para cubrir las necesidades de algún hijo o que quieran hacer el trámite para que, más adelante, no tengan que hacerse cargo de los gastos de la herencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta varios puntos que convertirán esta en una buena o mala decisión, ya que si se tiene más de un hijo, no pueden hacerse donaciones a la ligera.
Te explicamos las condiciones, los gastos y el papel de «la legítima» en este tipo de acciones.
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A la hora de repartir una herencia, no es posible hacerlo de manera totalmente libre y es que si se tienen hijos, todos ellos deben de recibir obligatoriamente una parte de la herencia. No todos tienen que recibir lo mismo, pero existe un mínimo que no se puede saltar: un tercio de todos los bienes tienen que repartirse equitativamente entre los herederos. Otro tercio puede repartirse como se quiera entre los hijos y el último tercio sí es libre para legar a quien se quiera.
Teniendo esto claro, llega la siguiente pregunta: ¿y si se decide donar una casa en vida? ¿Qué sucede con esta obligatoriedad de repartir al menos un tercio entre los herederos?
La donación que se haga en vida a los hijos computará para el posterior reparto de la herencia. Por tanto, si una persona cuenta tan solo con una casa y no tiene otros bienes y decide donar esta a un solo hijo, cuando la persona fallezca el hijo que ha recibido la casa tendrá que compensar a sus hermanos al menos con la legítima.
Por tanto, hay que tener cuidado al hacer este tipo de donación, pues podría traer responsabilidades en el futuro para quién la recibe y no asegura que pueda disfrutar de la casa si no pudiera compensar a sus hermanos.
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En cualquier caso, sí que se puede donar una casa a un hijo, más allá de las repercusiones futuras. Además, si se tienen por ejemplo tres hijos y tres casas (o bienes) de un valor similar, tal vez la donación de una de ellas no suponga un problema ya que a la hora de la herencia, el resto de bienes se repartirán entre los otros hermanos.
La donación de una casa conlleva una serie de impuestos para el hijo (o cualquier otra persona) que la recibe. Los pagos a los que se debe de hacer frente son la Plusvalía municipal (que depende del valor catastral y años en propiedad) y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (distinto para cada Comunidad Autónoma).
Por ejemplo, en comunidades como La Rioja, Aragón, Andalucía o Extremadura no se paga este impuesto mientras no se superen ciertos límites, mientras que País Vasco o Cataluña tienen una mayor carga impositiva a la hora de donar una casa.