Responsable de comunicación en Indomio España
Cada vez ganan más espacio en los cuartos de baño modernos gracias a su diseño elegante y minimalista, que combina practicidad y estética. Pero, ¿cuáles son las dimensiones estándar de una ducha walk-in para garantizar su comodidad y funcionalidad? Elegir el tamaño adecuado no sólo mejora la experiencia del usuario, sino que también garantiza que la ducha se integre armoniosamente con el resto de la habitación. Descubramos juntos los factores a tener en cuenta para crear la ducha a ras de suelo perfecta, capaz de transformar su cuarto de baño en un verdadero oasis de relajación.
Tiene forma rectangular, carece de plato de ducha (en los modelos que lo tienen, está a ras de suelo) y uno de sus lados está completamente abierto, sin puertas correderas ni abatibles. La ducha walk-in es el elemento de moda de un cuarto de baño moderno y contemporáneo.
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Este tipo de ducha aprovecha al máximo el espacio disponible y también es perfecta para cuartos de baño pequeños. Al no tener puertas, la ducha walk-in, sin embargo, una anchura que limite el derrame excesivo de agua. Las medidas ideales son de 200 a 230 cm de altura, de 130 a 180 cm de longitud y de 70 a 100 cm de profundidad.
Entre las ventajas de la ducha a ras de suelo está el hecho de que la línea continua entre el plato de ducha y el suelo tiene un efecto estético eficaz, sobre todo si se opta por una mampara transparente y sin marco que se fija a la pared o al techo, lo que aporta más luz y hace que el espacio parezca más amplio y aireado. La ausencia de juntas hace que esta ducha sea fácil de limpiar, y la ausencia de puertas facilita la entrada y la salida (una solución ideal para las personas con dificultades de movilidad).
Entre las desventajas de la ducha a ras de suelo está el alto riesgo de que se produzcan fugas de agua. Por ello, evita colocar la alcachofa de la ducha demasiado alta y cerca del lado abierto, e instala una mampara ancha. Otro inconveniente es el aire frío durante la ducha, que resulta ciertamente molesto, ya que la mampara no está cerrada.
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La ducha walk-in es absolutamente versátil y, según tus gustos, puede transformarse en una auténtica joya para tu cuarto de baño. Puedes optas por un modelo asimétrico si necesitas encajarla en un espacio con el techo inclinado. Si la colocas cerca de una ventana, es una solución práctica para dejar salir rápidamente el vapor y evitar el estancamiento de la humedad.
Puedes revestir la pared de la ducha con azulejos de colores con los motivos más originales, utilizar interiores de gres porcelánico efecto mármol para mayor elegancia y facilidad de mantenimiento, instalar focos para crear un ambiente más relajante y salirte de lo convencional con una ducha de formas redondeadas y rociador en cascada.