Responsable de comunicación en Indomio España
Como cada año, a medida que bajan las temperaturas y los días se hacen cada vez más cortos, mucha gente empieza a apresurarse para estar lista para la llegada de las fiestas navideñas. Y así, entre los que pasan los días relajados decorando sus casas y los que buscan la ayuda de expertos en interiorismo, la lista de elementos a tener en cuenta para ambientar la residencia de la mejor manera posible se enriquece con nuevas y cada vez más particulares exigencias.
Entre ellos, uno de los más frecuentes es la necesidad de adquirir un árbol de Navidad que pueda «convivir» con los gatos que corretean por las habitaciones de la casa.
En el día de la Inmaculada Concepción, que siempre se ha designado para componer el ambiente navideño, a nuestros queridos gatos les encanta poner sus ojos en los adornos que cuelgan de las ramas (esforzándose por arrancarlos y destruirlos) y en los adornos esparcidos por los muebles.
Lo que atrae a los felinos es todo lo que caracteriza al árbol de Navidad: las luces (sobre todo si son intermitentes), las bolas brillantes, las cintas ondeantes y coloridas, los regalos envueltos en la base del árbol. Reclamos irresistibles para nuestros amigos de cuatro patas, sobre todo si aún son cachorros.
Pues bien, para todos aquellos que buscan desesperadamente una solución a este problema, hay tres maneras diferentes de evitar que tu gato destroce el árbol de Navidad (y también que se arriesgue a hacerse mucho daño).
Entre las estratagemas de los amantes de los gatos hay una que no gustará a los más tradicionales: decorar el árbol de Navidad sin bolas y quizá incluso sin luces. De hecho, son precisamente estos elementos los que más llaman la atención de los felinos domésticos. Como alternativa, puedes optar por cintas, preferiblemente colocadas en las ramas más altas, evitando las bajas que el gato podría alcanzar y arrancar fácilmente. Sí también a los adornos de papel, madera, piñas y otros materiales que no sean demasiado brillantes ni ruidosos.
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Si esto no es suficiente o no te convence la idea de un árbol diferente, la opción más popular es colocar el árbol de Navidad en una vitrina, para que nadie pueda tocarlo. Exactamente el mismo objetivo persiguen quienes optan por suspender el árbol de Navidad del techo, haciéndolo inalcanzable para el gato.
Si eres un verdadero amante de la lectura, un árbol de Navidad hecho con libros puede ser la solución adecuada para combinar tus pasiones, una pizca de originalidad y una decoración navideña a prueba de gatos.