Desde la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008, las entidades financieras han acumulado una considerable cantidad de propiedades como resultado de los embargos realizados durante los años de crisis económica.
Con el objetivo de desprenderse de estos activos y enfocarse en su actividad principal, los bancos continúan lanzando ofertas de viviendas a precios reducidos y con condiciones más flexibles al conceder hipotecas.
Entremos un poco en ese tema.
¿Quiénes son los propietarios de estas viviendas?
Estos «pisos de bancos» surgieron a raíz de los embargos derivados de la crisis económica que afectó a España entre 2007 y 2012.
El aumento de los impagos en las hipotecas contratadas a través de diversos bancos generó un gran inventario de viviendas desocupadas en todo el país, llevando a que las entidades financieras acumularan un elevado número de inmuebles.
Aunque se les conoce como pisos de bancos, estas propiedades están distribuidas entre varios agentes:
- el propio banco: fueron los primeros en adquirir las viviendas debido a embargos, ejecuciones hipotecarias o desahucios. En este caso, la entidad comercializa directamente o a través de sus propias inmobiliarias creadas debido al extenso inventario acumulado.
- fondos de inversión privados (o ‘servicers’): estas antiguas plataformas inmobiliarias, inicialmente propiedad de bancos, pasaron a estar bajo el control de fondos internacionales.
- la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria): creada para sanear el sector bancario español y se le cedieron diversos pisos para su gestión después de la reestructuración bancaria.
Cómo adquirir un piso de banco
Se recomanda:
- buscar y comparar: antes de tomar una decisión, es necesario explorar opciones a través de la red o visitando inmobiliarias para conocer todas las posibilidades y los precios en el mercado actual.
- negociar el precio: Después de comparar diversas ofertas y acudir al banco, es crucial negociar el importe del inmueble, ya que en la mayoría de las ofertas se pueden obtener descuentos de hasta el 30%, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
- verificar el estado de la vivienda: antes de la compra, el usuario debe conocer el estado de la propiedad. Además, es necesario comprobar en el Registro si está libre de cargas y si existen deudas con la comunidad de propietarios.
- Obtener la mejor financiación: al solicitar un préstamo para este tipo de inmuebles, el cliente debe negociar los términos del mismo.
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