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Responsable de comunicación en Indomio España
No hay nada más agradable que pasar tiempo al aire libre, rodeado de la belleza de la naturaleza. Pero, ¿qué hacer cuando el espacio es limitado? Pues bien, no es necesario disponer de un gran jardín para crear un rincón verde.
De hecho, existen numerosas soluciones creativas para transformar incluso la zona más pequeña en un refugio acogedor y funcional. Aquí tienes algunas ideas de jardines pequeños para copiar, pensadas para renovar tu entorno exterior con estilo, practicidad y mucha personalidad.
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No hace falta gastarse una fortuna para renovar el jardín. Con un poco de creatividad y astucia, puedes transformarlo y personalizarlo incluso con un presupuesto reducido. Veamos, en detalle, cómo proceder.
El reciclaje es una de las formas de ahorrar dinero garantizadas y respetuosas con el medio ambiente. De hecho, puedes reutilizar materiales y objetos viejos y dar nueva vida a lo que ya tienes. Así es como los palés reutilizados se convierten en mesitas, bancos, jardineras o pequeñas estructuras para un jardín vertical. Las botellas de vidrio o las latas de conserva se convierten en originales farolillos. Una escalera o piezas de mobiliario, como sillas o librerías, se transforman en jardineras con un poco de pintura y una buena dosis de imaginación.
Con el DIY puedes crear macetas a partir de objetos fáciles de conseguir: viejas cajas de madera, cubos, tazas o incluso botas de lluvia para hacer recipientes únicos y especiales. Darás un toque personal, ahorrarás dinero y reciclarás materiales que de otro modo se tirarían a la basura.
Otra forma económica de decorar tu jardín es elegir variedades de plantas baratas y fáciles de cultivar. Las plantas y flores perennes, como las margaritas, los gladiolos, las lavandas o las gerberas, son perfectas en este sentido, ya que brotan cada año y colorean el jardín durante mucho tiempo.
No se quedan atrás las plantas aromáticas, hierbas como la albahaca, el romero, la menta o el tomillo, útiles en la cocina y estupendas para dar un toque de verde y fragancia a tu espacio. Además, puedes plantar semillas en lugar de comprar plantas ya cultivadas.
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Incluso los pequeños detalles pueden marcar la diferencia. Añade un par de cojines de colores en un banco o crea una zona de relax con una manta y cojines reciclados. Si tienes un viejo sillón o silla de jardín, dale una mano de pintura y añade algunos accesorios, como una cortina o una sombrilla, para crear un rincón acogedor.
No olvides la iluminación: unas sencillas luces a pilas o unas velas en recipientes reciclados son lo mejor para una velada al aire libre.
Otra idea económica para embellecer el jardín es crear un pequeño sendero con piedras, ladrillos viejos, madera reciclada o incluso tapones de botella. Un camino serpenteante entre las plantas hace que el jardín sea más interesante y visualmente dinámico, sin tener que gastar una fortuna en baldosas o pavimentos caros.
Es importante elegir plantas que no sólo se adapten al tamaño limitado, sino que puedan prosperar en el lugar, la luz y el tipo de suelo. La clave está en elegir plantas compactas que no crezcan demasiado ni a lo ancho ni a lo alto, pero que sean decorativas y fáciles de manejar.
Además de las plantas vivaces y herbáceas mencionadas, opta por setos y plantas trepadoras como la hiedra, que crean intimidad o protegen zonas pequeñas sin ocupar demasiado espacio, o gramíneas ornamentales, perfectas para añadir movimiento y textura al jardín.
Si aprovechas al máximo el espacio disponible y eliges con cuidado las plantas y los elementos decorativos, podrás convertir fácilmente tu jardín en un rincón encantador. En primer lugar, observa la distribución de tu jardín y evita sobrecargarlo de plantas u objetos: para crear un ambiente armonioso, cada elemento debe tener su lugar.
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Divide el espacio en zonas claramente definidas: una zona para las plantas, otra para un pequeño rincón de relajación, quizá con un banco o una silla cómoda. Así la habitación será más funcional.
Elige plantas compactas, trepadoras, flores de temporada y opta por la jardinería vertical para dar al jardín una sensación de «amplitud».
Juega con los colores, combinando plantas y flores en tonos vivos y apagados para crear un agradable contraste, y añade un elemento acuático, como una pequeña fuente o piscina, para dar un toque de tranquilidad y belleza.
Elige un tema y un estilo, ya sea rústico o mediterráneo, moderno o minimalista, para un aspecto más o menos contemporáneo. Crea una ilusión de espacio con espejos y plantas altas, elementos que amplían visualmente la zona.
Una forma estupenda de reducir el mantenimiento, ahorrar agua y conseguir una estética más moderna es diseñar un jardín sin césped, utilizando una combinación de materiales naturales, pavimentos y decoración.
Puedes elegir piedras o baldosas de cerámica para los pasillos o las zonas de descanso, colocándolas de forma regular o irregular para conseguir un pavimento más natural o geométrico. Como alternativa, puedes cubrir toda la superficie del jardín con una capa de grava o guijarros, materiales que también son drenantes y evitan el estancamiento del agua.
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Para un jardín de estilo «zen» o japonés, recurre a la arena en la que hacer dibujos (jardinería de rastrillo), planta especies ornamentales (como bambú o musgo) y utiliza rocas de varios tamaños. Por último, opta por la madera o el entarimado para pavimentar una zona de estar de forma elegante y natural, o por la corteza, el aglomerado o la fibra de coco para decorar y evitar el crecimiento de malas hierbas, creando un aspecto rústico y armonioso.
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