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Colaboradora de Indomio.es/news
Los sampietrini romanos hacen único la pavimentación de las calles y callejuelas del centro de Roma. Cualquiera que visite Roma por turismo o negocios se encontrará caminando sobre este suelo un poco difícil de sobrellevar si se llevan tacones, pero muy encantador.
Pero, ¿qué son exactamente los sampietrini y por qué resisten al tiempo y a la intemperie? Descubre los orígenes de esta técnica y el origen de su particular nombre.
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El sampietrino es un pequeño bloque de una roca de origen volcánico, extraída de canteras situadas al pie de las colinas Albanas y la zona de Viterbo.
Hoy en día también se utiliza para denominar bloques de factura similar de pórfido.
Cuando se habla de sampietrini (también llamados selci) se hace referencia por tanto a la pavimentación de las zonas centrales de la Capital, formada por bloques de igual tamaño en forma de pirámide truncada, colocados uno al lado del otro.
El tamaño típico es de 12x12x8 centímetros. Se colocan en seco sobre un lecho de arena o puzolana.
Zonas enteras del centro de Roma se han pavimentado con este antiguo método, incluso en tramos irregulares, porque la solución de bloques permite cubrir el terreno, adaptándose a cualquier imperfección y siendo resistente al paso del tiempo e incluso a condiciones climáticas adversas. Por ejemplo, es capaz de drenar muy bien el agua de lluvia.
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Los primeros sampietrini se colocaron en el siglo XVI en la plaza de San Pedro para permitir que los carruajes se deslizaran mejor por el suelo. De ahí el nombre de Sanpietrini.
Fue en concreto el Papa Sixto V quien en 1585 los utilizó por utilizarlos por primera vez.
Clemente XII Corsini en 1736 decidió utilizarlos ampliamente en las calles de los 14 distritos y en Via del Corso, donde durante el Carnaval se cubrían con una mezcla de arena y toba para para evitar tropiezos de personas y animales.
Entre los siglos XVIII y XIX, el uso de este método de pavimentación se extendió un poco por toda la ciudad y, por ejemplo, también Piazza Navona y Piazza del Quirinale se pavimentaron con sílex.
Hasta 1927, la industria de producción de sampietrini progresó mucho y requería mucha mano de obra. Roma está casi completamente pavimentada en sampietrini. Este bloque adquiere un importante papel histórico e identitario para los romanos.
Los adoquines de las calles de Roma se llaman sampietrini porque el primero en utilizarlos fue el Papa Sixto V, conocido como el Papa urbanista, para pavimentar la Plaza de San Pedro.
En realidad, antes de esa época se llamaban erróneamente «selci» por el sílex, una roca sedimentaria. Pero los sampietrini están compuestos en realidad de leucita, una piedra de origen volcánico.
También conocido como «Er core de Nerone», es un bloque que con el tiempo ha adoptado la forma de un corazón y con los años se ha convertido en una atracción turística.
El «sampietrino en forma de corazón» se encuentra en el Libeccio della Rosa dei Venti, en la Plaza de San Pedro.
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