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Responsable de comunicación en Indomio España
Visitar la casa de Giverny de Claude Monet (1840-1926) te hará sentir dentro de uno de sus cuadros. Parecerá que estás sumergido entre los nenúfares que tantas veces representó y podrás disfrutar de los mismos cambios de luz que fueron el centro de estudio del fundador del impresionismo.
Adquirida en 1883, fue la casa del pintor francés hasta su muerte. Descubramos todas las características de este lugar:
Aunque ahora son figuras admiradas, los impresionistas fueron recibidos con gran desconfianza al comienzo de su carrera artística.
Con motivo de una exposición conjunta, Monet presentó su lienzo “Impresión del sol naciente (1872)” y de ahí nació la definición originalmente despectiva de “impresionismo”. Monet y los pintores contemporáneos a él rompieron con los rígidos dictados de la Academia y con la representación idealizada del paisaje para crear algo diferente y vibrante.
Monet sacó la pintura fuera del taller, al aire libre. Por este motivo, entre las partes más interesantes de la casa está el jardín, donde Monet trabajaba a menudo.
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Justo en frente de la casa pintada de rosa, se encuentra el Clos Normand, un jardín de flores situado delante de la entrada.
Las flores fueron elegidas para resaltar los colores rosas y verdes utilizados para pintar la fachada y algunos elementos como las persianas de la casa.
Apasionado de la botánica, Monet hizo crear un jardín acuático en estilo japonés. Admirándolo, será fácil reconocer el puente cubierto de glicinas (o wisterias), así como el estanque de nenúfares tantas veces representado por el artista.
También merecen una visita los espacios interiores, donde se puede ver el taller del artista. Aquí, grandes ventanales inundan de luz la estancia, numerosos lienzos cuelgan de las paredes y también hay espacio para un escritorio, una chaise longue y algunos sillones.
Los colores son los protagonistas también en el interior de la casa: la cocina se caracteriza por los azulejos y el comedor transmite vivacidad con la elección del amarillo, mientras que el salón es azul pastel.
En el primer piso encontramos numerosos dormitorios, ya que en esta casa Monet vivía con su pareja, Alice, los seis hijos de ella y sus tres hijos.
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Para que los visitantes puedan disfrutar plenamente de la belleza de los espacios y especialmente de los exteriores, la casa de Claude Monet en Giverny está abierta de abril a octubre, todos los días de 9:30 a 18:00, con la última entrada a las 17:30.
La entrada completa cuesta 11,50€, mientras que la reducida para niños y estudiantes es de 7€. Se puede llegar a Giverny desde París, en tren o en coche.
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