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Responsable de comunicación en Indomio España
¿Qué factores influyen en retrasar la decisión de crear un hogar propio? ¿Qué dificultades encuentran los jóvenes a la hora de alquilar o adquirir una vivienda? El BdE nos muestra, en su Informe Anual de 2023, una fotografía sobre el acceso a la vivienda de los jóvenes en España. Si en un artículo anterior ya hablamos sobre el crecimiento del precio del alquiler, en este caso nos centraremos en uno de los grupos de población con más dificultades para acceder a una vivienda propia.
Para entender mejor la situación de los jóvenes en España, podemos compararla de dos maneras: con la situación del resto de Europa y con la situación en nuestro país en años anteriores.
Mientras que en Alemania, el 52,5% de los jóvenes reside en viviendas de alquiler, en Francia la cifra se encuentra en torno al 35,5% y hablamos de un 20% en promedio de la UE-27. Sin embargo, la cifra desciende hasta el 12,5% en España. Aun así, hay una cifra en la que destacamos por encima de Alemania y a la altura de países como Italia y Francia, y es en la proporción de jóvenes que se convierten en propietarios entre los 18 y los 34 años (alrededor del 17,5%).
Comparando ahora los datos en España con los que veíamos en años anteriores, la cifra del 65,9% de jóvenes sin emancipar en 2022 supera en 13 puntos porcentuales los datos de 2008, por lo que la independencia llega cada vez más tarde.
Entre los jóvenes que sí consiguen emanciparse antes de los 34 años, destaca que más de la mitad lo hace con una vivienda propia, aunque se trata en muchos casos de viviendas cedidas de forma gratuita (un 12,3% lo son). Por tanto, la ayuda familiar se convierte en un factor muy importante. Frente a los jóvenes con pisos en propiedad encontramos un 48,5% de hogares alrededor de viviendas que no son propias y aquí hay una cifra que también nos aleja del promedio de la UE: la escasa cantidad de alquileres de precio reducido, por los pocos alquileres sociales en España. Mientras que en Francia el 26% de los alquileres son de estas características y el promedio de la UE-27 está en el 10%, nosotros no alcanzamos el 3%.
Con todos estos datos, es momento de preguntarnos, ¿qué problemas encuentran los jóvenes para emanciparse? ¿Por qué tardan tanto en hacerlo?
Por un lado, la tasa de paro de los jóvenes entre 15 y 29 años es del 21,3% y también son muy comunes los trabajos parciales, que impiden unos ingresos suficientes para vivir de manera independiente (cifras peores que para el resto de grupos de edad en España, así como en comparación con el resto de jóvenes europeos). Además, los costes de la vivienda aumentan más que los salarios de los jóvenes (tanto para la compra como para el alquiler), reduciendo su capacidad de acceder a un hogar.
Por último, los bancos han sido muy conservadores para conceder créditos en los últimos años, haciendo también difícil para los jóvenes conseguir una hipoteca y poder adquirir una casa propia y obligándoles a moverse hacia la demanda de alquileres.
En resumen, los jóvenes españoles se emancipan cada vez más tarde, la mitad de ellos lo hace con un piso en propiedad y la ayuda familiar contribuye mucho a esta dinámica. Las condiciones de trabajo, la subida de los precios de la vivienda, la escasez de alquiler social y el acceso al crédito son algunos de sus problemas principales.
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