Colaboradora de Indomio.es/news
Hay acciones y prácticas que realizamos todos los días de manera automática, sin embargo, conviene reevaluarlos para poder corregirlos y mejorar cada día. Un ejemplo es el de la ducha: un gesto diario que en muchas ocasiones consume mucha agua en muy poco tiempo. Todo ello con un impacto importante en el coste de las facturas.
Partimos de una premisa, no sale la misma cantidad de agua de todos los grifos de nuestro baño. De hecho, desde hace algún tiempo, las multinacionales del sector y las empresas que operan en el sector han comenzado a producir y comercializar herramientas que permiten reducir el caudal del grifo con el objetivo de reducir el consumo y proteger el medio ambiente.
Pues bien, haciendo una media entre las diferentes posibles situaciones, podemos afirmar con relativa seguridad que, durante una ducha clásica al principio o al final del día, se utilizan aproximadamente 16 litros de agua por minuto. Con estos datos, el cálculo para entender cuánto consumimos se hace rápidamente. Si el lavado se hace rápidamente (y cerrando el grifo mientras se esparce el jabón por el cuerpo), se pueden mantener por debajo de los 80 litros de agua (utilizados en 5 minutos).
Sin embargo, en duchas más largas con una duración total de entre 10 y 15 minutos, el consumo global de agua aumenta alcanzando un rango entre 160 litros y 240 litros de uso.