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Mallorca es una isla llena de vegetación, aguas turquesa, playas y calas que te quitan la respiración por su belleza. Un paraíso natural, destino ideal para el verano junto con sus islas colindantes del archipiélago balear, Menorca y Formentera. Conoce cuáles son las mejores calas de Mallorca, en qué zonas de la isla se encuentran y algunos secretos más para disfrutar al máximo de la isla.
En el municipio de Santanyi, al sureste de Mallorca, encontramos una de las calas más bonitas de la isla, la Cala del Moro o «Caló des Moró». La visión de esta cala desde lo alto, mientras recorres el camino de tierra hacia ella, es casi más impresionante que la visión al bajar, aunque esta tampoco tiene desperdicio.
Eso sí, no es apta para para personas con movilidad reducida o poco ágiles, ya que la bajada hasta la playa es casi un ejercicio de barranquismo y es muy importante mantener el equilibrio y no resbalar. Además, antes de llegar a la bajada también tienes que recorrer un camino intrincado de tierra y piedras (aunque es un camino breve). Por tanto, te recomendamos llevar calzado adecuado para evitar accidentes.
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Además, ten en cuenta que esta cala es muy pequeña y queda cerrada a los lados, así que es importantísimo que mantengas la máxima limpieza en la playa. Esto debería de suceder en todas las costas pero, en este caso, por el tamaño y la afluencia de gente, es especialmente importante para no encontrar la playa y el agua llenos de suciedad.
No muy lejos de la anterior cala, la del Moro, encontramos la Cala Mondragó. Una de las calas de Mallorca más bonitas, algo más grande que la anterior y con mejor accesibilidad, aunque también hay que caminar pues con el coche no se puede acceder hasta la misma playa.
Junto a la cala encontrarás un sendero, podrás pasear por las rocas e incluso verás una cala al otro lado, conectada por esta.
Esta no es una cala en realidad, sino una playa mucho más grande pero no por ello con menos encanto. Sus aguas siguen siendo transparentes, hay mucho más espacio en la arena para caminar y tienes cerca todo tipo de restaurantes y tiendas.
Además, la playa tiene una pasarela desde la que saltar al agua y tomar unas bonitas fotos, así que es un buen destino en la Isla de Mallorca.
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Esta playa recóndita tiene dos formas de acceso: por una carretera sertempeante, llena de curvas intrincadas y cuestas o por barco. Esta segunda opción es una actividad que merece la pena, ya que no solo permite llegar a la cala de forma cómoda, sino que también podrás ver la isla desde fuera, sus increíbles acantilados e incluso alguna cabra haciendo equilibrios en las paredes de piedra.
Una vez amarrado el barco, puedes quedarte en la primera cala o caminar hasta la siguiente, pasando por un pasadizo de piedra o tomando un helado en el punto más alto mientras disfrutas de las vistas.
Aunque esto no es exactamente una cala, merece la pena visitar algunos de los bonitos pueblos de Mallorca. Fornalutx, por ejemplo, tiene el distintivo de ser uno de los Pueblos más Bonitos de España y puede ser una gran actividad visitar sus calles, pasear o parar a comer.
Aunque Mallorca es una isla preciosa y llena de riqueza, es también un lugar bastante masificado. Por eso, si tienes la posibilidad de acudir en una época distinta a los meses de julio y agosto, seguramente disfrutes de una experiencia más tranquila.
En cualquier caso, es importante que al visitar este tipo de parajes seamos tremendamente respetuosos, cuidemos la naturaleza, evitemos generar residuos y tengamos en cuenta que cuando miles de personas pasan por un lugar tan increíble, es responsabilidad de todas ellas mantener sus aguas cristalinas y sus verdes paisajes.