Colaboradora de Indomio.es/news
La placa de inducción aprovecha la ley de la física, el principio del electromagnetismo, que transforma la energía en calor. Entonces, ¿es más barata que las placas eléctricas o las de gas?
Las baterías se instalan debajo de la superficie de la placa vitrocerámica. Cuando éstos se activan mediante corriente eléctrica, el efecto electromagnético transforma la energía en calor, que será irradiado de forma localizada a la base de la placa y, en consecuencia, a las ollas y sartenes colocadas sobre la placa, con alimentos y líquidos en su interior.
Por tanto, es el principio electromagnético el que genera calor, y no directamente la corriente eléctrica, que sólo servirá para activar las bobinas.
El buen éxito de la cocción dependerá también de los materiales y modelos de los utensilios de cocina, que podemos elegir entre los más compatibles con este tipo de cocina y tecnología, o adaptar con discos adaptadores, si las ollas y sartenes están anticuadas.
En cualquier caso, es preferible optar por sartenes fabricadas con materiales ferrosos y con el fondo perfectamente plano.
Este principio básico sugiere que la placa de inducción debería consumir menos energía que la de gas o que la de corriente eléctrica utilizada directamente para la combustión.
De hecho, haciendo una estimación media del consumo, entre cocina de gas y placa de inducción gana esta última.
Excluyendo variables como el tipo de usuario y el rango de consumo, para calentar una sartén necesitaremos 400 kWh de calor en un año.
Sin embargo, el consumo cambia dependiendo de los dos casos siguientes . Para obtener esta cantidad de calor, necesitarás:
Comparativamente, el metano parece ganar porque costaría 63 euros en la factura, mientras que la placa de inducción nos costaría 92 euros.
Existen algunas variables que a la larga te permitirán ahorrar más con el sistema de cocción por inducción, de hecho: