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Responsable de comunicación en Indomio España
Si tu imaginación y tus ganas de viajar no tienen límites, el destino adecuado para ti se encuentra en Figueres, en la Costa Brava y responde al nombre de Teatro Museo Dalí. Se trata de un lugar único, deseado por el propio Salvador Dalí, donde podrás sumergirte en los múltiples mundos paralelos del Surrealismo.
«Es evidente que existen otros mundos, eso está claro. Pero, como he dicho en otras ocasiones, esos otros mundos están dentro del nuestro, están en la tierra y están precisamente en el centro de la cúpula del Museo Dalí, que contiene todo el mundo nuevo, inesperado y alucinado del Surrealismo«.
Con estas palabras Salvador Dalí (1904, Figueres – 1989, Figueres) presentaba el extraordinario museo que nació tras la petición de Ramon Guardiola, alcalde de Figueres en los años 60, de donar una de sus obras para el Museo del Ampurdán. Dalí, entusiasmado, respondió que no donaría sólo una obra a Figueres, ¡sino todo un museo! Se eligió el antiguo teatro municipal para albergarla, que fue renovado y transformado para crear el Teatro-Museo Dalí.
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El estilo clásico del antiguo teatro -destruido durante la guerra civil y reconstruido para la ocasión- se mezcla con elementos estilísticos de diversa índole. Especialmente icónicos son la cúpula reticulada transparente que corona el edificio, creada por el arquitecto Emilio Pérez Piñero según las especificaciones de Dalí, y los grandes huevos que destacan en el tejado del edificio.
Una curiosidad: símbolo de la creación y del nacimiento, el huevo es un elemento iconográfico muy presente en la producción artística de Dalí, y también se encuentra en su casa de Port Lligat, construida a partir de varias construcciones de pescadores unidas entre sí y transformada posteriormente en casa museo.
En el interior del Museo del Teatro pueden admirarse cerca de 1.500 obras entre pinturas, dibujos, esculturas, grabados, instalaciones, hologramas, estereoscopios y fotografías. Especialmente impresionante es el espacio bajo la gran cúpula, donde se encuentra la instalación del Taxi Piovoso, así como la tumba del artista, rodeada de alas de teatro pintadas por el propio Dalí. La sala dedicada a la actriz Mae West, con el famoso sofá «Saliva-sofa«, como le gustaba llamarlo a Dalí, también deja sin palabras.
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El museo abre todos los días:
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