Responsable de comunicación en Indomio España
Los cuadros blancos con textura se han puesto muy de moda en los últimos meses, ya que son un gran recurso para decorar un salón o un recibidor y pueden encontrarse en diversos tamaños. Sin embargo, pueden tener precios elevados, tal vez no encuentres el patrón que quieres o simplemente piensas que es más especial algo hecho por ti. Si este es el caso, aquí tienes algunas ideas para hacer cuadros DIY de yeso, los pasos a seguir y puntos a tener en cuenta.
Para hacer tu propio cuadro en casa, necesitarás:
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Para empezar, echa agua en un recipiente, que no supere un cuarto de su capacidad. A continuación, empieza a echar yeso en el agua. La proporción suele ser medio litro de agua por un kilo de yeso, pero si lo echas poco a poco podrás ir viendo la consistencia. La mezclar debe de estar lo suficientemente ligera para moverla y moldearla, pero no tan líquida que se desborde en una superficie.
Una vez tengas lista la mezcla, llega el momento de verterla sobre tu lienzo o tabla, algo que puedes hacer volcando el recipiente o, de forma algo más sutil, con una paleta, cuchara grande o cualquier otro utensilio que tengas a mano.
A partir de aquí, hay que darle darle forma, para lo que te dejamos unas cuantas ideas.
Las opciones de dibujo para el cuadro son casi infinitas, pero aquí tienes algunas ideas:
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Para este diseño necesitarás un peine viejo y un poco de pulso. Coloca el peine en el borde del cuadro y gíralo como si fuera un compás, para crear un semicírculo similar a un arco iris. También puedes alargar las líneas o hacer curvas con esta misma técnica, que dará como resultado un cuadro con líneas regulares.
Otra opción interesante es no usar ningún utensilio más que tus manos, que puedes usar para distribuir el yeso y jugar a dar distintas formas irregulares hasta que te convenza el resultado. En este caso, lo mejor es no buscar la perfección, sino dejar fluir las manos y confiar en el resultado final.
Usando una técnica algo distinta, puedes no volcar todo el yeso de golpe en el cuadro, sino hacerlo poco a poco con una espátula pequeña. Así, puedes ir cogiendo una cantidad regular de yeso y creando manchas en línea recta, en diagonal o como si fueran escamas de pez, en fila unas detrás de otras.
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Otra opción es utilizar hojas de árboles, flores, piedras, conchas o cortezas que usar como una especie de sello, colocándolas sobre el yeso y presionando suavemente para marcar su forma. Después, retira el elemento (salvo que quieras dejarlo de forma decorativa, otra idea igual de válida) tratando de no dejar restos. Si queda algún resto, una vez seco el cuadro puedes lijar ligeramente la zona para librarte de la imperfección.
Por último, si no quieres que el cuadro sea tan sencillo en color blanco, puedes darle color, ya sea pintando solo la superficie, haciendo un dibujo o, si por ejemplo dibujaste un arcoiris, siguiendo sus líneas.