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Trasmoz, un pequeño pueblo encaramado en las montañas españolas, a pocos kilómetros de Zaragoza, alberga un pasado oscuro pero fascinante. Excomulgado en el siglo XIII y maldecido en el XVI por el Papa Julio II, este pueblo de 47 habitantes sigue eligiendo cada año a la «bruja del año«.
La historia de Trasmoz está entrelazada con la del vecino monasterio de Veruela. En el siglo XIII, la floreciente e independiente villa fue excomulgada por el arzobispo de Tarazona debido a rumores infundados sobre la presencia de brujas y actividades oscuras.
En 1511, a raíz de nuevas disputas, el abad de Veruela obtuvo del Papa Julio II una maldición que supuestamente afligiría al pueblo con desventuras y desgracias.
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Aunque la excomunión y la maldición nunca se han levantado, Trasmoz ha convertido su pasado en un motivo de orgullo que atrae a miles de turistas. Cada año, durante la fiesta de la brujería, se concede a un habitante el título de «brujo o bruja del año» en reconocimiento a sus servicios a la comunidad. Unas placas blancas en las puertas de las casas recuerdan a los elegidos, perpetuando la memoria de esta tradición única.
Trasmoz atrae cada verano a miles de turistas, fascinados por su historia y las leyendas que la rodean. El pequeño museo de brujería y las representaciones de la maldición ofrecen a los visitantes una experiencia de inmersión en el mundo de lo oculto.
A lo largo de los siglos, Trasmoz ha tenido que afrontar las consecuencias de su siniestra reputación. En el siglo XIX, un aldeano fue acusado de brujería y arrojado a un barranco. Hoy, sin embargo, los habitantes de Trasmoz han hecho las paces con su pasado y lo celebran con orgullo, dando la bienvenida a todo aquel que quiera sumergirse en la misteriosa atmósfera del pueblo.
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Trasmoz representa un caso único en España y en el mundo. Su historia de excomunión y maldición se ha convertido en una oportunidad para crear una fuerte identidad y atraer a visitantes de todo el mundo. La «bruja del año» es un símbolo de esta resiliencia y de la capacidad de convertir el pasado en una oportunidad de crecimiento y desarrollo.
Visitar Trasmoz es sumergirse en una atmósfera única en la que confluyen historia, leyenda y misterio. El pueblo ofrece una experiencia inolvidable para aquellos que buscan un viaje a través del tiempo y la magia, un lugar donde el pasado se entrelaza con el presente y donde el brujo o bruja del año es un símbolo de identidad.