Colaboradora de Indomio.es/news
Cambiar los sistemas tradicionales de calefacción de gas por sistemas o estufas de biomasa significa un ahorro considerable y más teniendo en cuenta que al tratarse de una energía renovable, las estufas de pellets están subvencionadas por el Estado, en concreto por las ayudas a la rehabilitación energética provenientes de la Unión Europea.
Esto ha traído un incremento en el coste del costumbre debido al crecimiento de la demanda, sobre todo desde que se agudizó la crisis energética.
Por lo tanto, ¿realmente se ahorra dinero con las estufas de pellets?
La estufa de pellets es una de las soluciones de calefacción doméstica con biomasa, es decir, el calor se genera a partir de sustancias orgánicas como la madera, las astillas, los residuos de la industria alimentaria o agrícola y los pellets, siendo estos últimos más baratos que la madera y más favorables a los incentivos estatales por ser una fuente más sostenible y menos contaminante.
Las calderas de biomasa son similares a las tradicionales de gas, pero el coste puede oscilar entre 2.500 y 4.500 euros en función del rendimiento y las necesidades requeridas y proporcionales al tamaño de una vivienda. La inversión puede llegar hasta los 10.000 euros, con la ventaja, sin embargo, de que el coste se puede amortizar más fácilmente gracias al menor precio de los pellets.
Asimismo, la mayoría de estufas y calderas de pellets están totalmente automatizadas, por lo que funcionan sin necesidad de intervenir, de forma que se autorregulan la potencia y se encienden y apagan solas. De igual modo, habría que subrayar que no contamina, ya que es biomasa de C02 neutro, lo que ayuda a evitar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
El precio de los pellets sube constantemente, pero esto se debe a la escasez de material y al aumento de la demanda. Sin embargo, el encarecimiento de los costes se ve compensado por las subvenciones a fondo perdido y las bonificaciones que ofrecen las distintas regiones a los propietarios de sistemas con biomasa, especialmente a aquellos con una clasificación medioambiental de 4 estrellas o superior.
Las medidas decididas por el Gobierno en el primer trimestre de 2023 han contribuido a contener los costes del pellet. Además, la Ley de Presupuestos preveía la reducción del IVA sobre los pellets del 22% al 10%.
Un saco de 15 kg de pellets cuesta hoy una media de 18 euros, que con el IVA del 10% serían unos 20 euros. Una estufa de 8 kWh en un piso de unos 90 metros cuadrados, encendida 12 horas al día, en los días más fríos, necesitará alimentarse con un total de unos 150 sacos de 15 kg durante 130 días fríos al año. Los pellets para todo un año nos costarán 3 mil euros (150 sacos x 20 euros).
En las mismas condiciones, con una estufa de gasóleo, tendremos que comprar 2.400 litros de gasóleo, cuyo precio actual es de 1,50 euros el litro. Con una estufa de gasóleo habremos gastado 3.600 euros (600 euros más). Sin contar los incentivos y subvenciones a los sistemas de biomasa, que nos ahorrarán mucho más en una década.
Por último, si compráramos pellets en grandes cantidades, haciendo acopio de ellos, podríamos ahorrar la mitad.