Colaboradora de Indomio.es/news
Nos encontramos ya inmersos en el otoño y con los meses de invierno por delante por lo que es momento de acondicionar la casa y prepararse para las bajas temperaturas.
Así, millones de ciudadanos y miles de familias se disponen a reabrir los cajones para desempolvar jerseys, abrigos y bufandas. Pero no sólo la ropa cambiará semana tras semana: muchos elementos del hogar cambian para conseguir una mayor calidez y comodidad: colchas, edredones nórdicos, mantas….
No tiene porqué ser así. Es posible estar cómodo y calentito en casa. Las mantas eléctricas en comparación con lo que se piensa son un recurso excelente.
Las mantas eléctricas o los denominados calientacamas tienen una potencia de entre 60 y 100 vatios y su uso es específico y en determinados momentos, proporcionando calor de manera rápida por lo que el gasto de electricidad es bajo salvo un uso extenso y continuado diariamente.
Según datos de agencias especializadas, una manta eléctrica clásica para una cama individual consume unos 0,06 kilovatios por hora, mientras que para una cama doble alcanza los 0,12 kW/h.
Descontando un coste de electricidad de 0,55 euros por hora de uso, el consumo por hora puede alcanzar los 3 céntimos (cama individual) y 6 céntimos (cama doble).
Así pues, suponiendo un uso medio de un par de horas cada noche (es decir, las necesarias para acondicionar mantas y sábanas), el gasto diario se establecería en 6 céntimos la cama individual y 12 céntimos para la cama doble. Lo que, en conclusión, nos permite estimar el consumo mensual de un calientacamas en 1,80/1,90 euros (cama individual) y 3,7/3,8 euros (cama doble).