En los últimos años, los sistemas de calefacción eléctrica se han convertido en una alternativa cada vez más popular entre los ciudadanos, debido principalmente a la creciente atención prestada a la eficiencia energética y a la reducción de las emisiones contaminantes. Esta tecnología representa una alternativa viable a los sistemas tradicionales de gas, con ventajas económicas y medioambientales que atraen a muchos consumidores. Pero, ¿cuáles son los principales sistemas de calefacción eléctrica disponibles en el mercado y por qué debemos elegirlos?
Tipos de sistemas de calefacción eléctrica
Existen diferentes tipos de sistemas de calefacción por energía eléctrica, cada uno de los cuales se adapta a las necesidades particulares de la vivienda y a las condiciones ambientales. He aquí los principales.
LEE TAMBIÉN: Cómo calcular el consumo eléctrico de un hogar
- Suelo radiante: uno de los sistemas más populares en obra nueva por su eficacia y discreción estética. Funciona mediante una red de resistencias eléctricas colocadas bajo el suelo, que calientan la estancia de forma uniforme. Sin embargo, su instalación requiere obras invasivas y un elevado coste inicial, por lo que esta opción es más adecuada para grandes reformas o viviendas nuevas.
- Calefacción mural: similar a la calefacción por suelo radiante, pero con elementos calefactores eléctricos empotrados en las paredes. De nuevo, esto proporciona un ambiente libre de elementos visibles como radiadores, pero la eficiencia puede disminuir si las paredes están cubiertas por muebles. Es una solución ideal para habitaciones de diseño minimalista.
- Calefacción por zócalos: menos conocido, este sistema consiste en insertar calefactores eléctricos en el perímetro de las habitaciones, ocultos en los zócalos. Aunque es menos caro e invasivo que los sistemas de suelo o pared, tiene la limitación de no poder calentar uniformemente habitaciones grandes o con muchos muebles.
- Estufas eléctricas y radiadores eléctricos: representan una solución práctica y flexible. Estos aparatos pueden utilizarse para calentar habitaciones concretas y son ideales para quienes no necesitan un sistema de calefacción central. Su uso se recomienda para calefacción temporal o complementaria, pero no para calentar toda una casa.
- Radiadores suecos o de acumulación: este tipo de radiador es especialmente popular en los países nórdicos. Contienen una resistencia cerámica que acumula el calor y lo libera lenta y eficazmente. Son fáciles de instalar, requieren poco mantenimiento y ofrecen una buena eficiencia para estancias pequeñas y medianas bien aisladas.
Ventajas de los sistemas de calefacción eléctrica
Optar por un sistema de calefacción eléctrica puede tener varias ventajas, dependiendo del tipo elegido y de las necesidades concretas de la vivienda. Entre las principales ventajas se encuentran:
LEE TAMBIÉN: Cómo gestionar el suministro de propano o gas natural de tu nuevo hogar
- Eficiencia energética: los sistemas eléctricos son especialmente adecuados en casas bien aisladas con sistemas fotovoltaicos, ya que permiten aprovechar la energía producida in situ, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo los costes energéticos.
- Mantenimiento reducido: en comparación con los sistemas de gas, los sistemas de calefacción eléctricos requieren menos mantenimiento. La ausencia de caldera elimina los costes periódicos y los riesgos de avería.
- Instalación flexible: muchos sistemas eléctricos, como los radiadores suecos o los calefactores eléctricos, requieren un trabajo mínimo para su instalación, por lo que ofrecen una solución rápida y discreta.
- Integración con otros sistemas: los calefactores eléctricos se integran fácilmente con otras tecnologías, como las bombas de calor o los sistemas domóticos, lo que permite un control óptimo del consumo y el confort en la vivienda.
Las desventajas y consideraciones
A pesar de sus muchas ventajas, los sistemas de calefacción eléctrica también tienen algunas desventajas que es importante tener en cuenta antes de proceder a su instalación.
- Consumo de energía: en las casas grandes o mal aisladas, el consumo de electricidad puede ser elevado, sobre todo si no se apoya en sistemas fotovoltaicos. En estos casos, la calefacción eléctrica puede resultar menos rentable que la de gas natural.
- Aumento de la potencia eléctrica: en muchas viviendas, puede ser necesario aumentar la potencia del contador para evitar cortes de luz, con costes adicionales en la factura.
- Dependencia de la electricidad: depender totalmente de la electricidad te expone al riesgo de cortes de electricidad en caso de apagón, lo que puede hacer que tu vivienda no se pueda calentar temporalmente.
LEE TAMBIÉN: ¿Cómo se aumenta la potencia del contador?
¿Cuándo es conveniente elegir un sistema de calefacción eléctrica?
La conveniencia de un sistema de calefacción eléctrica depende de varios factores, como el tamaño de la casa, el nivel de aislamiento térmico y la disponibilidad de fuentes de energía renovables.
En viviendas bien aisladas y con sistemas fotovoltaicos, la calefacción eléctrica puede ser una opción ecológica y económicamente ventajosa, ya que elimina la necesidad de utilizar gas y reduce los costes de mantenimiento.
Para las viviendas más pequeñas o las que desean un sistema de calefacción flexible y discreto, soluciones como los radiadores suecos o los calefactores eléctricos pueden ofrecer un buen compromiso entre costes iniciales y confort.
En cualquier caso, antes de elegir un sistema de calefacción eléctrica, es importante evaluar cuidadosamente las propias necesidades y dejarse asesorar por un experto en la materia para encontrar la solución más adecuada y conveniente.
Suscríbete a nuestro boletín
Suscríbete al newsletter para estar al día de nuestras últimas novedades
Regístrate con tu dirección de correo electrónico para recibir las últimas noticias, actualizaciones y consejos prácticos del mundo inmobiliario directamente en tu bandeja de entrada