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Colaboradora Externa de Indomio.es/news
Muchas personas se encuentran en búsqueda de una vivienda y se encuentran con la misma disyuntiva: ¿es mejor comprar o es mejor alquilar? ¿Qué ocurrirá en 2024?
Te explicamos todo a continuación.
Por un lado, el alza de los precios de la vivienda y una oferta incapaz de resolver la demanda de los que buscan comprar y, por otro lado, un alquiler cada vez más excesivo que no favorece a los inquilinos que requieren un mayor esfuerzo económico crea un situación complicada en el sector.
Además, todo ello en un contexto en el que la subida de los tipos de interés crea muchas incógnitas de cara al nuevo año.
El análisis de la compraventa de vivienda presenta un panorama en principio contradictorio: quiénes han querido comprar una casa este año se han encontrado con una falta de oferta y un endurecimiento de las condiciones bancarias que ha llegado incluso a expulsarles del mercado.
La subida de los tipos de interés -y, en consecuencia del euríbor- deja un saldo interanual de compra de vivienda y de firma de hipotecas muy inferior al de 2022 (entre el 8% y el 9% menos).
Pese al retroceso de las operaciones, el precio de la vivienda ha seguido creciendo (los analistas estiman entre un 5% y un 7% en el último año) porque la caída del número de compradores no compensa la oferta con la demanda. Es decir, sigue habiendo menos pisos disponibles (y continúa con esa senda) de los que se necesitan para cubrir la demanda que se mantiene pese a a las condiciones monetarias.
Según fuentes del sector, las subidas de los tipos de interés está teniendo un impacto menor de lo que se esperaba y al mismo tiempo la mitad de las operaciones se han cerrado sin hipoteca y parece ser, que así continuará.
De cara a 2024 se prevé un panorama similar, dado que no hay previsión de aparición de nuevas viviendas y mayor oferta en las zonas con una mayor demanda. Si es posible que la demanda que no hay podido acceder a una vivienda a lo largo de 2023 con la esperanza de una caída significativa de los precios tensione el mercado y empuje los precios al alza.
Además, las dudas se extienden también al camino que tomará el mercado de las hipotecas el próximo año, permitiendo reducciones de precios, o si por el contrario, la situación económica del momento obligará a los bancos a ser más restrictivos en la concesión de préstamos.
Las últimas decisiones del Banco Central Europeo (BCE) y la incertidumbre global en términos geopolíticos impiden prever el comportamiento del euríbor en los próximos 12 meses. Por todo ello, esta situación crea una enorme incertidumbre entre todos los players del sector.
A cierre de año, alquilar una vivienda es un 9,2% más caro que hace un año.
Aquí, la Ley de Vivienda tiene un implicación más directa, ya que uno de los objetivos por la que el Gobierno sacó adelante este ley, fue para controlar los precios de los alquileres.
Al igual que el euríbor ha expulsado a muchos compradores de vivienda, el tope a los precios, ha sacado a los propietarios del mercado del alquiler: prefieren no alquilar su vivienda al considerar que la ganancia no les es rentable. Esta situación habría bajado la oferta y subido los precios porque aquí la demanda también es muy superior.
Una muestra del cambio en el mercado del alquiler a lo largo de este año es el cambio de alquileres permanentes a alquiler de temporada para evitar el control de los precios. A cierre del tercer trimestre, este tipo de alquileres ya suponían el 10% de toda la oferta en España y experimentaron un crecimiento del 40% en el último año.
Unido a esto, hacer frente a la renta mensual requiere cada vez mayor esfuerzo económico, sobrepasando el límite máximo del 30% de los ingresos recomendado, y en muchas ocasiones tienen que aportar un ingreso inicial de hasta cuatro mensualidades para poder acceder: mes en curso, mes de depósito, mes de fianza y mes de agencia + IVA, a costear por el propietario desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda.
En el caso de la compraventa, es importante tener en cuenta que ahora no existen entidades bancarias que ofrezcan hipotecas al 100%, por lo que hace necesario tener, al menos, un 20% ahorrado para la entrada a la compra de la vivienda.
Además, el precio de las mensualidades de la hipoteca casi siempre va a ser menor que el alquiler, por lo tanto en este caso si es recomendable la compra de una vivienda.
También, es importante tener en cuenta la situación de cada uno y valorar si se dan las condiciones para vivir en un mismo sitio y poder pagarlo o si, por otro lado, se trata de una persona nómada, que suele desplazarse a distintos puntos, por lo en tal caso será mejor contratar un alquiler.
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