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Responsable de comunicación en Indomio España
La nuda propiedad puede ser una opción especialmente atractiva para quienes buscan una vivienda para comprar y no tienen prisa por ocuparla, ya que los costes suelen ser muy inferiores a los valores medios del mercado.
Lo importante es tener en cuenta que no podrás disponer inmediatamente de la vivienda adquirida, como en el caso de una compra tradicional.
La compra de una vivienda en nuda propiedad conlleva sin duda una serie de ventajas, pero antes de decidirse por esta vía es esencial aclarar algunos puntos fundamentales. Intentemos entender cómo funciona la nuda propiedad.
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La nuda propiedad se entiende comúnmente como el valor de la propiedad de un inmueble, pero sin el derecho de usufructo, es decir, el derecho a disponer libremente de él.
Simplificando mucho la definición desde el punto de vista jurídico, un propietario pone a la venta su vivienda en nuda propiedad, conservando el derecho de habitarla, normalmente durante toda su vida o, en su defecto, hasta una fecha pactada en el contrato de compraventa. A la expiración del usufructo, la persona que ha adquirido la nuda propiedad puede disponer libremente del inmueble.
Salvo pacto en contrario entre las partes, el usufructuario pagará los impuestos y tasas, así como a los gastos de las obras ordinarias de mantenimiento de la vivienda.
Por ello, la nuda propiedad suele considerarse una buena inversión, sobre todo a largo plazo.
En la inmensa mayoría de los casos, para finalizar la compra de una vivienda en nuda propiedad se opta por buscar el apoyo de profesionales y proceder así a través de una agencia inmobiliaria, con la ventaja añadida de contar con alguien experimentado que se encargue de los trámites más burocráticos.
Pero, ¿cómo se calcula el valor de la nuda propiedad? Generalmente se recurre a un tasador, que para su estimación tendrá en cuenta diversos parámetros establecidos como la edad y esperanza de vida del vendedor y el tipo de interés legal vigente en cada momento. Es importante saber que cuanto mayor sea la edad del propietario al que se compra la nuda propiedad, mayor será el precio del inmueble.
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Existen básicamente dos tipos de formas de pago para la nuda propiedad:
La plena propiedad del inmueble se adquiere con el fallecimiento del usufructuario o, en el caso de un usufructo con plazo, en la fecha de vencimiento fijada en el contrato. La transmisión también puede producirse si el usufructuario no cuida la propiedad y provoca su deterioro, o si no vive en ella durante veinte años consecutivos.
Por ley, el usufructuario debe mantener la propiedad en buen estado y no puede realizar ningún cambio en ella sin la aprobación del nudo propietario. Puede alquilar o vender el usufructo a un tercero, pero sólo hasta la fecha de vencimiento estipulada en el contrato.
El nudo propietario, a su vez, tiene derecho a transferir la propiedad del inmueble adquirido.
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