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Responsable de comunicación en Indomio España
La actualización de los precios del alquiler para 2025 llega con muchas incógnitas y son muchos quienes ya se plantean de qué cuantía podrán ser las subidas máximas, para incorporarlo a sus cuentas mensuales. Mientras que en el pasado lo habitual era que los alquileres se actualizaran conforme el IPC, esto cambió con la Ley de Vivienda que entró en vigor en mayo de 2023.
Veamos a continuación cómo funciona ahora la actualización del alquiler, qué es el Índice de Actualización del Alquiler y qué podemos esperar de cara a 2025.
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Como medida temporal, el 2023 y 2024 se fijaron directamente los porcentajes de incremento máximo que podían hacerse en la revisión anual del alquiler. Estos se fijaron en un 2% y un 3% respectivamente. Como resultado, un alquiler de unos 900 euros subiría hasta los 918€ o 927€, según el año.
En cualquier caso, a pesar de este límite, cabe destacar que debe respetarse el acuerdo el arrendador y arrendatario.
Sin embargo, de cara al 2025 la subida estará regulada por un Índice que debe de crear el INE. El Instituto Nacional de Estadística ya está trabajando en ello, pero el índice de referencia aún no está listo.
Por el momento, se desconocen los parámetros que van a utilizarse por parte del INE para crear el índice de Actualización del Alquiler, pero hay algo que sí sabemos y es que éste será más estable y predeciblemente estará por debajo del IPC. Es decir, que moderará las subidas respecto al índice de referencia anterior.
En cuanto a los plazos, el índice debe de estar listo antes del 31 de diciembre de 2024, pero parece que el INE va a apurar hasta el último momento para terminar de concretar y comenzar a dar algunos datos. Por tanto, habrá que esperar a diciembre para tener más detalles y será en 2025 cuando entre en vigor la cifra que finalmente se determine.
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Una diferencia fundamental a resaltar es que el límite de precios establecido para las zonas tensionadas a partir de 2025 es independiente a este Índice de Actualización del Alquiler, ya que no se refiere a la actualización del precio del alquiler sino al precio que puede acordarse al firmar un nuevo contrato.
Es decir, que habrá unos precios máximos para las zonas que se hayan declarado tensionadas, aunque las condiciones son distintas si se trata de un Gran Tenedor o un pequeño propietario.
Por un lado, los propietarios podrían perder parte de su rentabilidad al no actualizarse el precio según el IPC. En el lado contrario, los arrendatarios podrán disfrutar de una pequeña ventaja al ver una subida más moderada en el contrato, pero la cuantía es, por ahora, incierta.
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