Colaboradora de Indomio.es/news
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha mencionado la posibilidad de que la entidad ajuste a la baja los tipos de interés «en verano», descartando las expectativas optimistas que sugerían una reducción en marzo. Estas declaraciones se realizaron durante una entrevista en el Foro de Davos con Bloomberg.
Luego de una secuencia de 10 incrementos consecutivos, los tipos de interés se mantuvieron estables en octubre de 2022 en el 4,5%, marcando el fin de un ciclo alcista que llevó el costo del dinero al nivel más alto desde 2001 al cierre del año pasado.
Lagarde hizo hincapié en que las revisiones de la política del BCE, antes de los recortes anticipados en verano, dependerán de la información disponible, previendo repuntes temporales de la inflación a corto plazo. Sostuvo que continúa en contacto con los banqueros centrales de la zona euro, señalando que, aunque cada uno tiene su perspectiva, suelen llegar a acuerdos basados en datos y consenso. Alertó sobre el riesgo de que las expectativas del mercado acerca de recortes agresivos puedan ser distractivas y contraproducentes en la lucha contra la inflación.
Lagarde expresó su inquietud por la anticipación excesiva de los mercados, indicando la necesidad de pruebas adicionales antes de confirmar que los precios estén bajo control. A pesar del optimismo sobre el retorno de la inflación al 2% en 2025, subrayó que se requiere que muchas variables se desarrollen positivamente y que se mantienen vigilantes para garantizar la sostenibilidad a medio plazo. Según las proyecciones del BCE, se espera que la inflación general promedie el 5,4% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026.