En España, el alquiler temporal está regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en su Título III. Esta ley establece las normas y requisitos para los contratos de arrendamiento de viviendas, incluyendo los contratos de alquiler temporal, así cómo las obligaciones y derechos tanto del inquilino como del propietario en un contrato de alquiler temporal.
Veamos lo que conviene saber.
Obligaciones y derechos del inquilino y del propietario
Entre ellos se incluyen:
- derechos del inquilino: en el marco de un contrato de arrendamiento temporal, el inquilino posee el derecho de ocupar la vivienda durante el período acordado. Además, la persona arrendataria goza de protección según la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil, los cuales salvaguardan derechos vinculados a la privacidad, la habitabilidad y la prohibición de discriminación por parte del propietario.
- derechos del propietario: al formalizar un contrato de alquiler temporal, el propietario ostenta derechos específicos, entre ellos, el derecho a recibir el pago del alquiler de manera puntual. Asimismo, el inquilino tiene la obligación de preservar la propiedad durante su estancia.
Es importante tener en cuenta que la legislación sobre alquiler temporal puede variar entre las diferentes comunidades autónomas y municipios, por lo que se recomienda consultar la normativa específica de la localidad antes de firmar un contrato de alquiler temporal.
¿Qué pasa si el inquilino abandona la vivienda antes de tiempo?
El inquilino puede abandonar la vivienda antes de tiempo en un contrato de alquiler temporal en España.
Sin embargo, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que si el inquilino abandona la vivienda antes de la fecha de finalización del contrato, el propietario puede exigir una indemnización por los daños y perjuicios causados.
Esta indemnización se calcula en función del tiempo que queda hasta la fecha de finalización del contrato y del importe del alquiler.
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Diferencia entre alquiler temporal, larga duración y turístico
En España, existen tres tipos principales de alquiler de viviendas:
- el alquiler temporal;
- el alquiler de larga duración;
- el alquiler turístico.
Cada uno de ellos tiene características y regulaciones específicas que te contamos a continuación:
- contrato de alquiler temporal: se trata de un acuerdo de arrendamiento de una vivienda por un período específico y con un propósito concreto. La duración de estos contratos puede variar desde un mes hasta varios años, sin que exista una duración mínima o máxima establecida.
- alquiler de larga duración: este tipo de contrato implica el arrendamiento de una vivienda para su uso como residencia habitual. La duración mínima es de 5 años si el propietario es una persona física y 7 años si es una persona jurídica. Después del plazo inicial, el contrato se renueva automáticamente por períodos anuales, con un límite máximo de 3 años adicionales.
- alquiler turístico: los contratos de alquiler turístico se refieren al arrendamiento de una vivienda amueblada y equipada destinada para el uso inmediato de turistas. Este tipo de alquiler se caracteriza por su corta duración, generalmente limitada a unas pocas semanas. En algunos casos, este tipo de contrato puede ser improrrogable.
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