Responsable de comunicación en Indomio España
En 1971, John Lennon y Yoko Ono decidieron instalarse en Nueva York, comprando su primera residencia en la Gran Manzana. Esta emblemática casa, situada en el 496 de Broome Street, en el corazón del barrio del SoHo, se ha puesto a la venta por primera vez en 53 años.
El precio de venta es de 5,5 millones de dólares, más una deuda fiscal de más de 55.000 dólares.
La casa, un edificio histórico de dos plantas, está situada en el distrito histórico SoHo-Cast Iron, una zona famosa por sus fachadas de hierro fundido y sus cerca de 500 edificios históricos. Con una superficie de 3.832 metros cuadrados, esta residencia ha sido a menudo lugar de encuentro de artistas y músicos, sirviendo de hogar, lugar de trabajo, almacén y trastero.
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La primera planta de la residencia se caracteriza por sus altos muros, que alcanzan los 4,26 metros, y grandes ventanales que permiten que la luz natural penetre e ilumine los espacios. La cocina abierta se integra perfectamente con el salón, creando un ambiente muy acogedor y funcional. Un dormitorio en el entresuelo y un cuarto de baño con paredes de ladrillo completan el primer nivel, dando a la estancia un toque de autenticidad y encanto histórico.
En la segunda planta se encuentra el estudio de grabación, un lugar cargado de historia donde probablemente se crearon algunas de las obras musicales más famosas de la pareja. Este espacio, aunque conserva su carácter histórico, ha sido adaptado a lo largo de los años para satisfacer las necesidades de sus ilustres propietarios. La casa también incluye dos amplios cuartos de baño, uno de ellos con bañera y paredes de ladrillo visto.
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Tras su paso por el SoHo, Lennon y Yoko Ono se mudaron al legendario edificio Dakota, situado en la esquina de la calle 72 con Central Park West. Fue aquí donde John Lennon fue trágicamente asesinado en diciembre de 1980. En la actualidad, Yoko Ono comparte la propiedad con Sean, el hijo que tuvo con John Lennon; al parecer, la decisión de vender la casa fue de ambos, ya que, según parece, Yoko decidió trasladarse a una granja de 600 acres en Franklin, Nueva York. La casa, adquirida por la pareja en 1971, ha permanecido en la familia durante más de 50 años.
La venta de esta residencia representa una oportunidad única de poseer un pedazo de la historia musical y cultural del siglo XX. Además de conservar el encanto del pasado, el edificio ofrece espacios versátiles que pueden adaptarse a múltiples usos.