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Barcelona es una ciudad llena de vida y uno de los centros neurálgicos de nuestro país. La industria, los servicios y el turismo se combinan alrededor de una ciudad que también destaca por una particularidad: se extiende junto al mar y sus playas casi se funden con la ciudad. Es el paisaje de una gran urbe, combinado con el del mar y la playa, que dan lugar a un entorno muy especial.
Conozcamos a continuación algunas de las mejores playas de Barcelona y de las localidades que despuntan a su alrededor.
No podemos hablar de Barcelona sin mencionar la playa de la Barceloneta, que recorre el perfil de la ciudad. Esta playa mide 422 metros de largo y es sin duda una de las que más visitantes acoge. Además, cuenta con aparcamiento, duchas y baños, también adaptados para personas con movilidad reducida.
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A 70 kilómetros de la ciudad de Barcelona encontramos la localidad de Lloret de Mar, en plena Costa Brava y conocida por sus aguas de color azul turquesa intenso y sus playas rodeadas de vegetación. Es difícil quedarse aquí con una sola playa, pero una de las más recomendables es la de Santa Cristina, que debe su nombre a la Ermita junto a la que se encuentra.
La playa de Somorrostro se encuentra, como la Barceloneta, junto a la ciudad de Barcelona. Cuenta con una gran historia, ya que antiguamente se situaba junto a uno de los barrios más pobre de la ciudad, aunque a día de hoy la zona ha pasado por grandes cambios. Se sitúa entre el espigón del Gas y el muelle de La Marina. Es una playa muy bien adaptada para personas con discapacidad, que cuenta también con diversos servicios como consignas, áreas de gimnasia, lavabos y fuentes públicas.
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A 40 minutos en coche y también accesible en tren desde Barcelona encontramos la localidad de Sitges en la que no solo destaca su playa, sino también el bonito y acogedor pueblo empedrado. Su playa es de arena blanca, con chiringuitos y otros servicios y también es posible realizar actividades acuáticas como kitesurf o kayak.
A unos 125 kilómetros de Barcelona encontramos la Calella de Palafrugell, en un entorno que invita a la paz y el descanso. Esta localidad también se encuentra en la Costa Brava y es una pequeña villa de pescadores, con casitas pintadas de blanco, pinos y rocas. Cuenta con algunas de las playas más bonitas de Barcelona como Punta dels Burricaires y es una parada obligada en la costa catalana.
Merece la pena visitar también el casco antiguo del pueblo, el mirador de Manel Juanola i Reixach, el camino de Ronda y los jardines de Cap Roig.