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En el corazón de Istria, en Croacia, hay un pueblecito único: Hum (Colmo, en italiano), a sólo una hora en coche de Umag, en la frontera italiana. Con sólo 20 habitantes y una superficie de unos 3.000 metros cuadrados, Hum ostenta el título del pueblo más pequeño del mundo.
Esta minúscula ciudad, rodeada de antiguas murallas aún visibles, ofrece un ambiente atemporal, ideal para quienes buscan paz y tranquilidad lejos del bullicio de la ciudad. Descubramos las características de Hum.
Los orígenes históricos de Hum
De origen celta, Hum tiene una fascinante historia que se remonta al año 800 d.C. Según la leyenda, la ciudad fue construida por gigantes con piedras sobrantes de la fundación de ciudades en el valle del río Mirna.
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En realidad, Hum se planificó a partir del castillo noble a instancias del conde Ulrich I, sobre los restos de una antigua fortaleza. El pueblo que se desarrolló en torno al castillo ha permanecido increíblemente intacto a lo largo del tiempo, lo que convierte a Hum en un destino ideal para los amantes de la historia.
Arquitectura y patrimonio cultural de la ciudad más pequeña del mundo
La ciudad es famosa por su arquitectura románica. Destacan la iglesia de San Gerolamo, que data del año 1100, y la iglesia de San Giacomo, con su campanario.
Paseando por las dos callejuelas de Hum, se pueden admirar maravillosos frescos del 1100, incluidos los expuestos en la Capilla de San Jerónimo, situada cerca del cementerio. El portón de bronce, con sus antiguas puertas, es la única entrada a la ciudad, acentuando el ambiente de ciudad-monumento.
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Hum a día de hoy
Además de su valor histórico y arquitectónico, Hum también se ha hecho famosa en el ámbito de la enogastronomía por la biska, un aguardiente aromatizado con muérdago, elaborado según una receta local muy antigua. Todos los años, a finales de octubre, Hum acoge el Festival de la Grappa, al que acuden productores de aguardiente de toda Istria.
Este acontecimiento es una excelente oportunidad para visitar la ciudad y los cercanos pueblos de Draguc y Groznjan, así como el pintoresco pueblo de Kotli, redescubierto y repoblado tras un periodo de completo abandono, gracias a sus encantadores molinos y cascadas.
Hum es una verdadera ciudad monumento, un raro ejemplo de desarrollo urbano intramuros, que ofrece una experiencia única y una inmersión en la historia. La ciudad, con su ambiente tranquilo y atemporal, es el lugar ideal para redescubrir el placer del silencio y la paz, haciendo de cada visita una verdadera inmersión en el pasado.