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Responsable de comunicación en Indomio España
Situada en la región de Mopti en Mali, la Gran Mezquita de Djenné representa uno de los ejemplos más extraordinarios de la arquitectura sudanesa-saheliana, enriquecida por influencias islámicas.
Construida íntegramente en adobe, o tierra sin cocer, está considerada el mayor edificio del mundo construido con esta técnica.
En 1988, la UNESCO inscribió este monumento en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Los orígenes de la mezquita se remontan al siglo XIII, cuando el sultán Koi Kunboro ordenó la construcción del primer edificio en 1240. Este primer edificio se erigió en una llanura aluvial del río Bani, en un emplazamiento ocupado anteriormente por un palacio.
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Djenné, debido a su situación estratégica y a su creciente importancia comercial, se convirtió en una ciudad importante del Imperio de Mali. La mezquita original no sólo era un lugar de oración, sino también un importante centro de enseñanza islámica durante la Edad Media.
A lo largo de los siglos, la mezquita sufrió varias transformaciones. El edificio original fue demolido en 1818 para ser reconstruido, exactamente igual, unos 70 años después. La segunda obra tampoco tuvo éxito, pero volvió a encontrar su luz en la versión actual, cuya construcción comenzó en 1906 y se terminó probablemente entre 1907 y 1909.
Como ya hemos comentado, la Gran Mezquita de Djenné es un ejemplo excepcional de construcción en adobe, según el método djenné-ferey. Esta técnica consiste en utilizar bolas de tierra sin cocer aún húmeda, que actúan a la vez como ladrillos y aglutinante.
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A diferencia del toubabou-ferey, introducido por los occidentales, que consiste en utilizar ladrillos crudos secos unidos por tierra húmeda, el método djennè-ferey garantiza una mayor integración y resistencia de la estructura.
Los muros de la mezquita, cuyo grosor varía entre 40 y 60 cm, están hechos de ladrillos de tierra sin cocer unidos por un aglutinante del mismo material. Esto da al edificio su característica forma redondeada.
En los muros se insertan haces de ramas de palmera para absorber las microfisuras causadas por las variaciones climáticas, lo que confiere a la mezquita su curioso aspecto de puercoespín.
La mezquita está construida sobre una planta cuadrada de 75 metros y alcanza una altura de 20 metros. El tejado está sostenido por 90 pilares y tiene 104 orificios de ventilación, que garantizan una buena circulación del aire en el interior del edificio.
La qibla, orientada al este, hacia La Meca, domina la plaza del mercado de Djenné.
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El riesgo de daños debidos a las lluvias anuales y a las crecidas del río Bani se abordó elevando la mezquita sobre una plataforma elevada de 5.625 metros cuadrados. Esto ha contribuido a preservar el edificio a lo largo del tiempo.
Una característica distintiva es la implicación de la comunidad local en su mantenimiento. Cada año, durante las fiestas, toda la población de Djenné participa activamente en la reparación de las grietas causadas por la erosión.
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