Colaboradora de Indomio.es/news
Budapest, la capital de Hungría, está considerada una de las ciudades más fascinantes y visitadas de Europa.
Construida a orillas del Danubio, es rica en palacios, edificios religiosos y monumentos, arquitecturas de gran belleza y valor histórico y artístico, que datan del Imperio Austrohúngaro, en su mayoría de estilo Art Nouveau.
Budapest también es conocida como la ciudad de las termas: en su subsuelo hay de hecho 118 fuentes termales naturales, de los que brotan cada día 70 millones de litros de agua terapéutica. Aquí se encuentra el mayor centro termal de Europa, los Baños Széchenyi.
Veamos la historia y las características de los baños más importantes de Budapest.
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Los baños termales más famosos de Budapest son frecuentados cada año por numerosas personas de todo el mundo, que obtienen beneficios y bienestar de sus aguas curativas.
Se encuentran en el parque Városliget, cerca de Hosök Tere, la famosa Plaza de los Héroes.
El núcleo más antiguo data de 1881, cuando se construyó el edificio del balneario según un diseño del arquitecto húngaro Gyozo Czigler. El establecimiento recibió el nombre del conde István Széchenyi, importante político, estadista y escritor del siglo XIX.
Debido a la gran popularidad de los baños, pronto se hizo necesaria una ampliación: en 1927 se llevaron a cabo obras y se construyeron nuevas secciones además de la estructura existente.
De este modo, los Baños Széchenyi se convirtieron en los más grandes y populares de toda Europa en aquella época. Más tarde, en la década de 1960, el balneario conoció nuevas construcciones, así como la modernización de las instalaciones y los servicios.
En los Baños Széchenyi hay dos manantiales de agua, procedentes de una profundidad de unos 1.000 metros y canalizados hasta la superficie desde finales del siglo XIX, en los que el agua alcanza una temperatura de 76 grados centígrados.
Las aguas termales contienen diversos tipos de sustancias y minerales, como fluoruro, calcio, sulfato y ácido metabórico.
Su indicación terapéutica es el tratamiento de enfermedades degenerativas, como la artritis crónica y los problemas articulares.
También hay un manantial de agua mineral potable en el centro termal, indicado para el tratamiento de ciertas dolencias.
Los Baños Széchenyi también cuentan con piscinas y bañeras de hidromasaje para relajarse y recrearse, tanto al aire libre como cubiertas, así como con servicios adicionales, como masajes.