Colaboradora de Indomio.es/news
Escondido entre los verdes valles y los impresionantes paisajes de Escocia, el castillo de Balmoral se erige como testigo mudo de la historia, el arte y las tradiciones asociadas a la familia real británica.
Este verano, por iniciativa del rey Carlos III, el castillo se prepara para revelar sus secretos al mundo, ofreciendo por primera vez la posibilidad de visitar el interior de esta fascinante residencia.
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La decisión de abrir las puertas del castillo de Balmoral refleja el deseo del soberano de compartir los lugares más preciados de la familia real con sus súbditos y los turistas, creando un puente entre las generaciones pasadas y futuras.
Del 1 de julio al 4 de agosto, el interior del castillo, que hasta ahora ha sido un misterio para muchos, será accesible, revelando una parte íntima de la vida de los Windsor.
La visita, limitada a sólo 40 visitantes al día, está diseñada para ofrecer una experiencia exclusiva e íntima.
Con una entrada de 100 libras, los participantes tendrán la oportunidad única de explorar habitaciones históricas, incluidos los apartamentos personales de los reyes Carlos y Camilla, así como los comedores y el Corredor Rojo, escenario de reuniones de Estado.
Aunque esta tarifa es superior a la del acceso estándar, que sólo incluye una visita a los jardines y al salón de baile, ofrece una inmersión completa en el corazón de la residencia.
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Para aquellos que busquen algo aún más exclusivo, existe una opción adicional: por 50 libras más se puede asistir al tradicional té de la tarde en las mismas salas en las que han estado presentes miembros de la familia real.
Este momento, lleno de encanto y tradición, promete enriquecer aún más la visita, ofreciendo una visión de la vida cotidiana de la nobleza.
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Adquirido por la reina Victoria y el príncipe Alberto en 1852, el castillo de Balmoral ha sufrido numerosas ampliaciones y reformas a lo largo de los años, transformándolo en la suntuosa residencia que conocemos hoy.
Con unas 150 habitaciones, el castillo está adornado con finos muebles, cuadros y fotografías que cuentan la historia de la familia Windsor y se ha convertido, con el tiempo, en uno de los símbolos más poderosos de su conexión con Escocia y sus tradiciones.
El castillo de Balmoral no es sólo un lugar de veraneo o un refugio privado de la monarquía; es un monumento vivo a la historia del Reino Unido, su cultura y su patrimonio. Atravesar sus puertas es una oportunidad única de conectar con el pasado, apreciar el arte y la arquitectura y sumergirse en las tradiciones que han dado forma a la familia real británica y, con ella, a una parte importante del mundo.
*Imagen de portada – Credits to Balmoral Castle