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Enclavada en la cordillera del Atlas, Ifrane es una estación de montaña marroquí fundada por los franceses hace apenas un siglo. Con su encanto alpino y sus pistas de esquí, ofrece una alternativa única al clásico imaginerio marroquí.
La ciudad, apodada «la pequeña Suiza», goza de un clima fresco y nevado en invierno, ideal para los esquiadores. Pero Ifrane no es sólo un destino invernal: incluso en verano, su clima suave y su exuberante naturaleza atraen a visitantes en busca de refresco y actividades al aire libre.
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La historia de Ifrane es relativamente reciente. Establecida como lugar de vacaciones para familias francesas durante el Protectorado, la ciudad ha conservado la influencia europea en su arquitectura y urbanismo. Casas de estilo alpino, tejados inclinados y cuidados jardines caracterizan el casco antiguo, creando un ambiente encantador e inesperado en esta parte del mundo.
Entre la arquitectura más interesante destaca el Palacio Real, residencia de verano del Rey de Marruecos. Construido en la década de 1990, el palacio está rodeado por un gran parque y es un importante símbolo de la ciudad. Otra atracción emblemática es la Estatua del León, realizada en la década de 1930 por un soldado alemán, que conmemora al último león de las montañas del Atlas.
El Parque Nacional de Ifrane, que rodea la ciudad, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Aquí se pueden admirar impresionantes paisajes con lagos, ríos, cascadas y bosques de cedros. La fauna es rica y variada, e incluye especies raras como el macaco bereber, un mono en peligro de extinción.
El parque ofrece numerosas oportunidades para practicar actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo de montaña, equitación y pesca. En invierno, las pistas de esquí atraen a aficionados de todo Marruecos y más allá.
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Ifrane es la principal estación de esquí de Marruecos, con varias pistas aptas para todos los niveles. La temporada de esquí va de diciembre a marzo y las nevadas suelen ser copiosas.
La estación de esquí de Michlifen, situada a pocos kilómetros de la ciudad, ofrece pistas de esquí alpino, snowboard y esquí de fondo. También hay escuelas de esquí y alquiler de material para los que quieran iniciarse en este deporte.
Ifrane disfruta de un clima continental, con veranos suaves e inviernos fríos y nevados. Las temperaturas medias en verano oscilan entre 15°C y 25°C, mientras que en invierno pueden descender por debajo de cero.
Precisamente en Ifrane se registró la temperatura más baja jamás registrada en África: -23,9°C en 1935.
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A Ifrane se llega fácilmente en coche desde Fez, la ciudad imperial más cercana, en aproximadamente una hora de trayecto. También hay autobuses que conectan ambas ciudades. El aeropuerto más cercano es el de Fez-Saïss, a unos 60 km.
Ifrane es un destino único que sorprende por su encanto alpino y su aire europeo. Si eres aficionado al esquí, amante de la naturaleza o simplemente sientes curiosidad por descubrir una cara diferente de Marruecos, Ifrane te cautivará por su belleza y autenticidad.
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