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Responsable de comunicación en Indomio España
Muchos edificios de Hong Kong tienen grandes agujeros en sus fachadas: es una combinación de tradición, filosofía y arquitectura moderna.
Paseando por Hong Kong, es imposible no fijarse en un aspecto peculiar de la arquitectura local: muchos rascacielos tienen grandes agujeros en el centro de sus estructuras. Esta característica aparentemente extraña es en realidad el resultado de profundas creencias filosóficas y espirituales arraigadas en la cultura china, concretamente relacionadas con el antiguo arte del Feng Shui.
El Feng Shui es una disciplina milenaria china que estudia la orientación y colocación de objetos y edificios en armonía con las fuerzas espirituales de la naturaleza. Según el Feng Shui, la energía positiva, o «Chi», debe fluir libremente por el entorno para garantizar el bienestar y la prosperidad. En Hong Kong, situado entre las montañas y el mar, esta práctica cobra especial importancia.
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Las grandes aberturas de los rascacielos, conocidas como «puertas del dragón«, están diseñadas para permitir el paso de los espíritus del dragón desde las montañas hasta el océano. En la mitología china, los dragones son símbolos de sabiduría, valor y suerte. Cuenta la leyenda que estas criaturas viven en las montañas y viajan al mar para beber y bañarse. Las puertas del dragón permiten a los dragones atravesar la ciudad sin obstáculos, garantizando así la entrada continua de energía positiva.
Esta particular elección arquitectónica no es sólo una cuestión de estética o superstición. Las empresas y constructores de Hong Kong suelen consultar a expertos en Feng Shui antes de diseñar nuevos edificios. La presencia de puertas de dragón se considera un factor esencial para evitar la mala suerte y favorecer el éxito y la prosperidad de las empresas que albergan los edificios.
Un ejemplo es la Bank of China Tower, uno de los rascacielos más emblemáticos de la ciudad, que no tuvo en cuenta las prácticas del Feng Shui. Se dice que la falta de aperturas trajo mala suerte, lo que provocó dificultades económicas a las empresas alojadas y que gran parte del edificio quedara inutilizado.
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Desde un punto de vista práctico, muchos arquitectos y promotores inmobiliarios de Hong Kong también incorporan los principios del Feng Shui a sus diseños por otras razones: los edificios diseñados según el Feng Shui suelen ser más agradables y cómodos para sus habitantes y trabajadores. Por ejemplo, la posición de las aberturas y la distribución de los espacios interiores están pensadas para mejorar la circulación del aire y la luz natural, lo que contribuye al bienestar mental y físico de las personas.
Los edificios con buen Feng Shui también suelen ser más atractivos para los inversores y pueden tener un mayor valor de mercado. Su presencia puede convertirse en un argumento de venta distintivo que refuerce el atractivo del edificio.
Las puertas del dragón permiten que los vientos de la buena suerte fluyan por el perfil de la ciudad. Estos vientos, según el Feng Shui, transportan energía positiva y prosperidad, contribuyendo al bienestar material y espiritual de los habitantes de Hong Kong.
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La arquitectura de Hong Kong, con sus rascacielos de grandes aberturas, es un ejemplo perfecto de cómo pueden coexistir tradición y modernidad. Las Puertas del Dragón son un testimonio de la continua influencia del Feng Shui en la vida urbana china, demostrando cómo las creencias ancestrales aún pueden modelar el paisaje de las ciudades contemporáneas. Esta fascinante combinación de filosofía y arquitectura sigue despertando curiosidad y admiración, haciendo de Hong Kong una ciudad única.
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