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Responsable de comunicación en Indomio España
El Parque Natural de Timanfaya es uno de los puntos más importantes que visitar si te acercas a la isla de Lanzarote, en el archipiélago canario. Se trata de un Parque Nacional, declarado como tal en 1974, con un impresionante paisaje volcánico que se originó tras la erupción de 1730. Conozcamos mejor este paraíso natural, las distintas opciones para visitarlo y los puntos más importantes en los que fijarse.
El paisaje del Parque Nacional de Timanfaya parece salido de otro planeta, con formaciones de más de 300 años procedentes de una erupción volcánica que transformó la isla de Lanzarote. No obstante, la de 1730 no fue la única erupción en la isla, sino que en 1824 se produjeron nuevas erupciones que formaron los que hoy conocemos como el Volcán de Tinguatón, Volcán Tao y Volcán del Fuego. Y, aunque han pasado ya 200 años, el calor se sigue sintiendo debajo de la tierra en el Timanfaya.
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Como comentábamos, el calor del volcán sigue acumulado bajo tierra y esto da lugar a una de las curiosidades más interesantes que ver en el Timanfaya: los géiseres. Es decir, puntos en los que la tierra escupe el agua hacia arriba al entrar en contacto con el elemento líquido, debido al calor del magma que se encuentra en su interior. Un espectáculo digno de ver.
Otra actividad que se puede realizar en el Parque es pasear en camello, algo habitual que también puede hacerse en islas como Gran Canaria.
Y, por supuesto, la actividad principal es la Ruta de los Volcanes, que solo se puede realizar en autobús (se trata de un espacio protegido, por lo que no puede recorrerse a pie ni con otros vehículos salvo los autorizados).
Para terminar la visita, podrás disfrutar de una comida cocinada con el calor del volcán en el Restaurante El Diablo y comprar algún recuerdo en la tienda de souvenirs.
Para visitar el Timanfaya puedes optar por contratar un tour guiado. Estos suelen incluir la visita a otras zonas interesantes de la isla como la Cueva de los Verdes o los Jameos del Agua, que sin duda merece la pena visitar.
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Si tienes coche de alquiler y prefieres ir por libre, podrás ir por tu cuenta hasta el aparcamiento del Timanfaya y pagar la entrada al parque en la web oficial. La entrada general tiene un precio de 20€, aunque hay distintas reducciones e incluye tanto el aparcamiento como la ruta en autobús.
Y un último detalle: cuando estés llegando al Parque Nacional del Timanfaya, abre los ojos para encontrar en la carretera el Diablo de Timanfaya, un pequeño diablillo sosteniendo un cartel que ya es todo un icono de Lanzarote. Si decides parar a hacer una foto, asegúrate de que no interrumpes la circulación, de que el coche no es demasiado bajo y de que no estás causando ningún peligro.
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