Colaboradora de Indomio.es/news
Tenemos buenas noticias para quienes quieran revivir Dirty Dancing, la película que ha conquistado a generaciones enteras. El resort donde se rodo la película ha reabierto sus puertas y podrás alojarte en el mismo lugar en el que Frances “Baby” Houseman viajó con su familia en verano. El Kellerman’s es en realidad el Mountain Lake Lodge, situado en la Cordillera Azul de Virginia.
En la película de 1987, la adolescente Baby pasa sus vacaciones de verano en un pueblo turístico de las montañas Catskill donde conoce a Johnny Castle, un encantador profesor de danza, interpretado por un jovencísimo Patrick Swayze. Gracias al baile, su vínculo comienza a estrecharse cada vez más. Los fanáticos de esta cautivadora historia de amor podrán revivir la atmósfera de la película en Shelter Island, donde el resort The Pridwin, que data de 1927, ha reabierto sus puertas. Perteneciente al grupo Cape Resort, ofrece 33 habitaciones y 16 cabañas privadas rodeadas de exuberante naturaleza.
Como afirmó Curtis Bashaw, director ejecutivo de Cape Resorts: “El tiempo realmente se detiene en Pridwin. Recuerdo la primera vez que visité la propiedad. Inmediatamente me encantó su sencillez. Es el lugar perfecto para pasar fines de semana y vacaciones de verano.» Y continúa: “Queríamos recrear la atmósfera de los campamentos de verano estadounidenses en los que se bebe limonada junto a la piscina, se hace dan paseos por la isla en bicicleta o uno se puede relajar en una mecedora rodeado de jardines. Una elegancia relajada totalmente americana».
En el lugar, los huéspedes pueden disfrutar de innumerables actividades, como esquí acuático, kayak, tenis y senderismo y ciclismo en Mashomack Preserve.
Los espacios interiores son pura expresión del estilo americano, en el que se combinan a la perfección papeles pintados de ambiente vintage, mesas de ping pong y acogedores salones, espacios ideales para socializar con otros huéspedes o tomar una copa.
En todos los espacios se prestó especial atención tanto al diseño como a la elección de los colores , como en la biblioteca, un lugar perfecto para leer un buen libro «envuelto» en una atmósfera que parece suspendida en el tiempo. El verde, color por excelencia de la naturaleza que transmite armonía y tranquilidad, se retoma en cada espacio. El complejo se caracteriza por un ambiente acogedor y relajante que hace que los huéspedes se sientan como en casa.
Imagen arriba y artículo – Créditos a AD Italia