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Responsable de comunicación en Indomio España
Si estás pensando en adquirir un inmueble, ya sea como inversión pero sobre todo si vas a vivir en él, es posible que te preocupe cómo serán tus vecinos y cómo es la convivencia en la comunidad. Para saber cómo es la relación, si hay algún problema entre los vecinos o si hay impagos u ocupación hay algunas acciones que debes de llevar a cabo. Veamos cómo conocer a la comunidad de vecinos antes de comprar y entrar a vivir.
Para conocer los posibles conflictos que existan en la comunidad de vecinos, los planes a corto o medio plazo o cualquier otro detalle similar como las deudas con la comunidad, hay algunos documentos que puedes solicitar y que te darán una fotografía de la situación:
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El primer lugar al que acudir siempre antes de comprar una casa es el Registro de la Propiedad, donde podrás solicitar una nota simple. Esta recoge información como las cargas de la vivienda, así como los metros cuadrados, las zonas comunes o anejos a la casa, etc. Por ejemplo, es interesante saber si un patio pertenece a la casa o el propietario de la casa solo dispone del uso pero la zona pertenece a la comunidad.
Si la vivienda a adquirir tiene muchos años, concretamente más de 45, deberías de pedir a la comunidad de propietarios el documento de que el edificio ha aprobado la inspección técnica. De lo contrario, podría haber problemas en la estructura y podrías enfrentarte a derramas y obras en el futuro.
Solicitando las dos últimas actas de la comunidad podrás ver los temas tratados, si ha habido quejas por parte de algún vecino, si hay propuestas de reparaciones o mejoras, etc. Así sabrás en qué tipo de comunidad se encuentra el inmueble, si hay una relación cordial, si existen problemas de ruido o si habrá derramas tras la compra.
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Para terminar, uno de los documentos más importantes a conseguir es el certificado de que tu inmueble no tiene deudas con la comunidad de propietarios en la actualidad. Tendrás que solicitar este documento al administrador o al presidente de la comunidad.
Aunque los documentos te darán mucha información y muchos datos, desde luego que no hay mejor forma de conocer una comunidad de vecinos que hacer una visita presencial al edificio. Podrás observar el estado de las zonas comunes, detectar posibles ruidos e incluso charlar con algún vecino si se da el caso. A veces las sensaciones y el sentido común son las mejores armas al adquirir un inmueble (sin dejar de lado los documentos objetivos, claro, porque las impresiones pueden fallar).
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